Atentados en París

París ha sufrido un terrible 13-N, como por desgracia antes lo vivieron Nueva York con su 11-S, Madrid con su 11-M, Bali con su 12-O, Londres con su 7-J… Atentados en el mundo que demuestran que el fanático terrorista no conoce límites, y que la cobardía de esos asesinos criminales y sus cómplices que odian al mundo occidental debe ser combatida con toda la firmeza y unidad por parte de las democracias del mundo. Sobran las palabras cuando los yihadistas han demostrado con creces su sangriento totalitarismo en forma de terrorismo global. Es más que tarea de todos los ciudadanos la verdadera defensa de la libertad y la democracia, mostrando tolerancia cero frente a los intolerantes.

Es obligación de los dirigentes democráticos luchar de verdad contra el fanatismo. Vaya toda la solidaridad (toda, porque no hay diferencias entre París, Madrid, Nueva York, Bali,…) hacia las víctimas de la capital francesa, a las que el horror islamista ha robado su vida. La solidaridad no debe conocer fronteras; al igual que tampoco la necesaria batalla contra el macabro terrorismo.— David García. Madrid.

Los atentados de París del 13 de noviembre representan un ataque al centro de nuestra civilización. Somos hijos de la Ilustración, nietos del Renacimiento y bisnietos de la cultura clásica. Nuestra cultura afirma y defiende el derecho del hombre a diseñar su espacio en comunidad con sus conciudadanos en un marco de libertad y respeto. Las motivaciones de estos terroristas son opuestas y contrarias a las nuestras. Su realidad niega la nuestra. Pero su ataque no nos hará cejar en nuestro empeño de proteger el espacio que nos pertenece: el de la libertad, la igualdad y la fraternidad. Y la justicia.— Gerardo Vicente Rodríguez. Peñaranda de Bracamonte (Salamanca).