Eva Longoria se queda con la casa de Tom Cruise
La actriz paga 10 millones de euros por la mansión del intérprete en las colilnas de Hollywood
Las estrellas del cine y la televisión viven en lujosas y amplias mansiones gracias a sus bien abultadas cuentas corrientes. Así que no es de extrañar que cuando un famoso pone a la venta una de sus varias propiedades sea otro quien se la acabe comprando. Y de ello hay un nuevo ejemplo: la actriz de Mujeres desesperadas Eva Longoria le ha comparado a Tom Cruise su mansión sobre el Cañón Laurel, en las colinas de Hollywood (Los Ángeles, EE UU), por 11,4 millones de dólares (poco más de 10 millones de euros). Una transacción que se realizó hace semanas y que hasta ahora había permanecido en secreto.
Según informa Variety, se trata de una lujosa residencia de estilo europeo (con paredes inspiradas en el estilo veneciano) que dispone de tres habitaciones con su propio baño, una piscina climatizada (imprescindible para todo famoso) con su propio puente (esto otro no tanto), bodega, garaje para tres coches y una zona de juegos para los más pequeños de la casa. Además, tiene una residencia independiente con cuatro habitaciones y cuatro baños, y su propia cocina, para las visitas o el personal de servicio. Todo eso en un terreno de unos 12.000 metros cuadrados que ofrecen unas espectaculares vistas de la bahía de San Fernando convenientemente fortificados por seguridad.
Una operación con la que el actor de la saga Misión Imposible pretendía obtener 13 millones de dólares, y que por la que finalmente se habría embolsado dos millones menos de lo esperado. Según la publicación norteamericana, sería la cuarta propiedad que compra la actriz.
No es la primera operación inmobiliaria entre famosos. Sean Parker, cofundador de Napster, le pagó 42 millones a la presentadora Ellen DeGeneres por su residencia de Los Ángeles o el rapero y empresario Dr. Dre pagó algo más de 30 millones por la mansión en la misma ciudad de la top Gisele Bündchen y su marido Tom Brady. Cifras mucho más elevadas de la que ha pagado ahora Longoria, pero todavía lejos de los 112 millones que pagó el verano pasado verano el gestor de fondos Barry Rosenstein por una lujosa villa de Los Hamptons (Nueva York).
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