¿Tiene la música poderes sobrenaturales?
Aldo Linares es periodista y DJ, pero también miembro del colectivo Hepta.
“Como ni el disfrute de la música ni la capacidad para producir notas musicales son facultades que tengan la menor utilidad para el hombre (...) deben catalogarse entre las más misteriosas con las que está dotado", escribió Charles Darwin en El Origen de las Especies. Si la música, así en general, ya le parecía misteriosa al barbudo biólogo, alucinaría con esta música que es misteriosa, además, por otras razones como por ejemplo su vinculación con el ocultismo, el esoterismo, el satanismo, el chamanismo, las sociedades secretas o la ufología. La música que sonaría en el Spotify del Dr. Jiménez del Oso. La radio parapsicológica. O la Parapsiradio, como la llama Aldo Linares.
“Doy unas charlas en las que se muestra la conexión de la música con el misterio, pero no de forma burda como es poner un disco de heavy metal hacia atrás, o decir que Ozzy Osbourne o Black Sabbath son satánicos, sino buscando conexiones más profundas y verdaderas. Mostrando ejemplos de la obra de ciertos artistas afines a estos temas en varias épocas y estilos”, explica.
En Parapsiradio, cuya próxima edición tendrá lugar el 8 de octubre dentro del Festival Villamanuela, en Malasaña, Madrid, con el acompañamiento de los visuales de Nacho R. Piedra, o en su programa radiofónico La Dimensión Desconocida, Linares gusta de mezclar sus dos grandes pasiones en el crisol del alquimista: la música, que practica como periodista, dj, promotor y uno de los artífices del Festival de Benicàssim, y el misterio, como investigador de lo paranormal en el grupo Hepta y miembro de la Asociación de Espiritistas de Madrid. Así que sus conocimientos de ese mundo que permanece en la penumbra son de primera mano. “Se trata de hacer que la gente sienta el efecto de estas cosas, de trabajar su subconsciente”, dice Linares.
La relación de la música con lo extraño se da en varios géneros (el pop, la electrónica, el punk, el garaje, etc) y en diferentes épocas: hasta en Mozart, que era masón, o el compositor y pianista ruso del XIX Skriabin, muy interesado en el esoterismo. El público que acude a estos eventos también es variopinto: “siniestros arquetípicos, gnósticos, investigadores, masones y todo tipo de curiosos”, según dice el conferenciante, “como los gustos de la gente son cada vez más eclécticos y los estilos se están mezclando, cada vez más gente dentro del público de la música llega a interesarse por el misterio.Un chaval que escucha a LCD Soundsystem, puede llegar a conectar con Dead Can Dance”. Otros músicos interesados por estos temas podrían ser Screamin’ Jay Hawkins, Soda Stereo, The Future Sound of London, Watain, Siouxie, Joe Meek, Current 93, Psychic Tv o Brian Eno. En la escena nacional podría citarse al desaparecido Carlos Berlanga, Alaska o Antonio Galvañ, de Parade.
¿Vive un buen momento la parapsicología? “Está empezando a tener mejores visos”, dice Linares, “aunque el misterio es interesante de por sí, hay gente que está investigando desde otro punto de vista: utilizando la física, equipos audiovisuales, etc”. En el grupo Hepta trabajan desde un punto de vista que consideran científico (hay científicos en el equipo), siempre buscando razones naturales a los fenómenos estudian. “Una habitación a oscuras es un misterio. Cuando enciendes la luz, es cuando deja de serlo y empiezas a ver lo que hay en ella. Nosotros lo que queremos es encender esa luz, saber lo que hay detrás”. Los “charlatanes” hacen poco favor a la causa. “Y suele ser la gente más vendible y exportable a medios como la televisión”, dice Linares, “se suele preferir a gente que te dice que estás rodeado de espíritus que te hablan que a alguien que te dice que podría no ser así. Y además, hay muchos miserables que se dedican a sacar el dinero a la gente de esta manera tan vil”.
A pesar de todo, vivimos en tiempos bastante escépticos, pero eso no es óbice para no interesarse por estos asuntos, de igual manera que no hay que creer en la existencia de Zeus para interesarse por la mitología griega. “Claro”, dice el parapsicólogo, “mucha gente se aproxima a estos estudios desde el punto de vista del folclorismo o la antropología, enfocados a investigar las creencias del ser humano o su necesidad de transcendencia. Eso sí, muchos acaban convencidos de verdad de que existe algo más”.
La verdadera música misteriosa, según Aldo Linares.
Soda Stereo. La banda argentina tiene canciones como En remolinos con una letra en la que se pueden leer varios códigos del esoterismo: habla del maestro o de la causa-efecto, un concepto que está en el espiritismo o el Ying y el Yang. Los versos que dicen "florecer mirándome a los ojos" pueden hacer referencia al despertar del conocimiento. Y el ritmo es muy chamánico.
The Future Sound of London. En el disco Lifeforms, en el que colabora Elizabeth Fraser de Cocteau Twins, hablan de las diferentes formas de vida tanto extraterrestres como intraterrestres. Les entrevisté hace algunos años y estaban interesados en la experimentación con plantas de poder como la ayahuasca o el san pedro. La canción que da nombre al álbum es muy nocturna, de cyberdelia de los 90, sin letra, pero muy cósmica.
Watain. Es un grupo de black metal sueco que enfoca su música al lado luciferino, en el sentido de no creencia en la religión, en el cristianismo. Una mezcla del satanismo de Anton LaVey, que era algo comediante, con Aleister Crowley y ritos antiguos de la antigua Europa.
Joe Meek. Creía en la existencia de vida después de la vida, investigaba las psicofonías y creía en los extraterrestres al 100%. Llegó a hacer una ouija en la que una entidad le dijo que le recomendase a un amigo no hacer un viaje. Ese amigo era Buddy Holly. Le llegó a entregar una carta diciéndole que no cogiera el vuelo. El vuelo en el que murió. Produjo para John Leyton la canción Johnny remember me, que es la voz de una persona del más allá que se comunica con un vivo. En 1967 Meek mató a su casera y luego se suicidó.
Screamin' Jay Hawkins. Solía actuar ataviado con calaveras y estaba interesado en ritos africanos y en el vudú de Nueva Orleans. Canciones como I hear voices, tratan de voces que no sabemos si son de espíritus o producidas por la esquizofrenia. O I put spell on you, que trata sobre hechizar a la mujer que ha perdido.
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