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Tentaciones
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Me gano la vida disfrazándome de personajes de videojuego

Shappi, 'cosplayer' polaca invitada por la Madrid Gamesweek, desvela cómo el frikismo es ya una profesión rentable

La cosplayer Shappi como un personaje del 'LOL'.
La cosplayer Shappi como un personaje del 'LOL'. Studio Zahora

El periodismo, como la vida, es una tom-tom-tómbola. Ahí se presenta uno frente a una cosplayer veintiañera, de seudónimo Shappi y se frota las manos. Venga que si hipersexualización de la mujer en el videojuego, venga que si comentario picante por aquí y por allá, venga que si histerias de fans, locuras de Youtube, orgías furrys. Pero no. Los tópicos, como el sensacionalismo, los carga el diablo. Y Shappi —en realidad Aleksandra Tora (Jasło, Polonia, 1992) , invitada a la feria del videojuego Madrid Gamesweek— resulta ser una muchacha dulce, educada y extremadamente amable. Vaya por Dios. Y eso que se presenta vestida con armadura completa, caracterizada como Saskia, personaje de la saga de videojuego del momento, The witcher.

Bromas aparte, esta cosplayer polaca, que le dedica semanas como poco y meses como mucho a cada uno de los disfraces que recrean (a mano) a personajes del videojuego tiene claro que esta artesanía está muy lejos de ser un mero hobby friki. "Sí, se puede ganar uno el pan con el cosplay. Tanto las convenciones como las compañías de videojuegos y cine te pagan tanto por ejercer de modelo como por hacer trajes para otros. Antes era una diversión para Halloween. Ahora es un estilo de vida".

Ella hace las dos cosas, aunque dedica sobre todo tiempo a la segunda. Empezó a los 13 (en 2009), cuando se enteró de esto del cosplay en una convención anime polaca a la que iba con sus amigos. La cosa empezó como con cualquier arte, con "pasos de bebé". "Si viera ahora ese primer traje que me hice, me parecería horrible. Pero es que hay que mejorar poco a poco. Antes hacía vestidos muy sencillos y piezas sueltas de armadura". De ahí a atreverse con diseños tan alucinantes como este. O a asustar a chavalillos con su disfraz de Dark Valkyrie, personaje del League of legends (LOL), el juego más popular de los esports. "Me encanta ver la reacción de los niños porque ellos no ven a alguien disfrazado, te ven como un héroe. Y si ya vas con disfraces de Disney, ya flipan". En el video de abajo se puede ver el aspecto del traje, que le valió ganar el primer premio del Cosplay World Masters 2014. 

Lo que Shappi tiene muy claro es que ningún fenómeno de esa hidra global del frikerío va por su cuenta. Son cabezas de la misma hidra. "El cosplay, por ejemplo, sería imposible sin Youtube. Yo pude aprender gracias a ver videos de tutoriales, a los foros y a compartir experiencias con gente que les gusta lo mismo. Es una comunidad muy acogedora, además. Te hace sentirte bienvenida". Shappi tiene su propio canal de workshop en la plataforma de vídeo por excelencia, donde muestra cómo crea estos tótems al mundo friki.

¿Y qué piensa Shappi sobre lo friki? ¿Tiene sentido ya esa palabra cuando todo el mundo quiere serlo? ¿Y por qué está tan de moda en el gusto mainstream lo friki? "Yo creo que es un fenómeno paralelo. Los videojuegos son cada vez más populares y eso hace que otros movimientos culturales relacionados como el cosplay también lo sean. Esta popularidad provoca que nos exijamos más. Hemos pasado de disfraces de fiestas a trajes con una calidad equivalente a la de un artista de cine. Y eso impresiona a la gente y hace que se siga más". Ella, desde luego, piensa seguir a pesar de ser aún estudiante universitaria. De momento se paga todos sus viajes y caprichos con el arte de hacer palpable la fantasía del joystick. Pero está convencida de que esto será "una profesión más" muy pronto. Un abogado, un banquero, un periodista, un médico, un cocinero, un cosplayer.

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