Repensar la ciudad desde el género
*Por Jose Mansilla
"La sociedad urbana actual se erige sobre los hombros de las mujeres"
"No nos engañemos: la ciudad es el producto de una clase social, siendo engendrada, a su vez, por y para el hombre"
La historia de Marta es bien conocida. Cada día, antes de ir a trabajar, ella y su compañero asean y dan de desayunar a su hija. A primera hora, Marta coge el coche y conduce hasta la escuela infantil en la que Raquel está escolarizada. La escuela no está lejos, pero no existe conexión directa en transporte público y, para aprovechar el tiempo, a Marta le resulta mucho más útil realizar el trayecto en su vehículo privado. Luego de dejar a su hija, vuelve a su vivienda, aparca el vehículo en su plaza de parking, coge el metro y, tras un trasbordo, llega a la oficina. Su compañero realiza un trayecto similar al anterior, pero en sentido contrario, en horario de tarde. Sin embargo, si éste, por cualquier motivo, no puede llevar a cabo la tarea, la responsabilidad recae, de nuevo, sobre Marta o sobre los abuelos de la niña. Por otro lado, ambas operaciones pueden suponer, perfectamente, más de dos horas.
La sociedad urbana actual se erige sobre los hombros de las mujeres. Las políticas paternalistas del mutilado Estado de Bienestar no son más que bonitos titulares que, la mayoría de las veces, conducen a una sobreexplotación de la mujer. A su acceso al mercado laboral –bajo unas condiciones nada igualitarias- no le ha correspondido una incorporación plena del hombre a las tareas vinculadas a los cuidados ni, por supuesto, una más que necesaria reestructuración de las políticas urbanísticas y urbanas que lo acompañaran.
A modo de ejemplo, y basándonos en el caso de Marta, es evidente que el diseño de la red de transporte urbano no responde a las necesidades propias de la reproducción social; una reproducción que ha estado, tradicionalmente, a cargo de las mujeres, sino a las de una tradición urbanística altamente masculinizada y orientada a reforzar los procesos neoliberales de reapropiación capitalista de la ciudad. Vincular la producción del espacio a una perspectiva de género implicaría revelar, precisamente, esta ideología. En este sentido, esta aproximación permitiría un distanciamiento de los procesos de producción del espacio, al diferenciarse de los discursos en que éstos se arropan y las dinámicas que los acompañan.
Las próximas Jornadas organizadas por el Grup de Recerca sobre Exclusió i Control Socials (GRECS), y el Grup de Recerca sobre Antropologia del Conflicte Urbà (GRACU) de la Universitat de Barcelona, “Género y producción del espacio. De la exclusión a la reivindicación del derecho a la ciudad”, son una excelente oportunidad para llevar a la práctica esta revelación, así como debatir posibles propuestas. Las jornadas, que se celebraran los días 25 a 27 de noviembre en la capital catalana, persiguen propiciar un lugar de encuentro que aglutine reflexiones provenientes de los espacios marginales al poder hegemónico, construidos desde el anonimato, la invisibilidad, la injusticia, lo cotidiano, el olvido, el cuerpo, la poética y el conocimiento, como aporte significativo al debate de las reivindicaciones de género como factor indisociable del derecho a la ciudad.
Las Jornadas se presentan, así, como una ocasión perfecta para deconstruir la vigente idea de las ciudades como elementos neutros y desconflictivizados. Porque no nos engañemos: la ciudad es el producto de una clase social, siendo engendrada, a su vez, por y para el hombre y, como tal, debe ser repensada mediante otras claves.
* Jose Mansilla miembro del Observatori d’Antropologia del Conflicte Urbà (OACU) @antroperplejo
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