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Un Trueba que tiene dos euros de presupuesto para vestuario

La nueva película de Jonás viajará por España bajo un concepto que se parece más a una gira de músico que a la de cineasta

Fotograma de la película 'Los exiliados románticos' (2015).
Fotograma de la película 'Los exiliados románticos' (2015).

Jonás Trueba (Madrid, 1981) no es solo parte de una particular saga familiar de cineastas. También pertenece a esa generación que que vio el desplome del mundo antiguo tal y como lo conocíamos hasta hace pocos años. Ahora, Trueba estrena Los exiliados románticos, un título que hace referencia a esa gente que lleva años buscando formas de seguir sacando cosas adelante aunque sea tirando de fórmulas alternativas. También puede hacer referencia a cómo se ha rodado esta misma película, que se exhibe por el circuito alternativo

Los exiliados románticos, tercer largometraje del director madrileño, nace una noche de borrachera con sus amigos y termina representando justo eso: la exaltación de la amistad y de lo que es capaz; por ejemplo de una película. Una cinta que como contaba a este periódico durante la presentación en el Festival de Cine de Málaga ha contado con un presupuesto de cerca de 2 euros para vestuario y un total de unos 15.000 para la producción, más toda esa ayuda inestimable y muy difícil de calcular del equipo humano.

Mi obsesión era esa, no pretender que todas las películas se tienen que producir igual, que pensar igual ni que distribuir ni exhibir” Jonás Trueba

Sin grandes preparativos de guion previo y con la intención de subrayar la amistad a través de un viaje de verano por Francia en furgoneta, finalmente la película ha conseguido por sí sola incluirse en el circuito tradicional de la exhibición en salas, pero Jonás no contaba con tal bendición de la tradición: “Nace en una noche de amigos y especulación. Un amigo especulaba con la posibilidad de hacer una película donde balbuceábamos palabras en francés así muy malamente. Normalmente se piensa que lo que te sucede durante la noche no es una cosa seria, normalmente tiendes a olvidarlo sobre todo por la resaca. Y en este caso fue bonito que días después seguía reverberando aquella intención de hacerlo”.

Con Los ilusos, su anterior película, el director madrileño ya decidió no perpetuar lo que había visto y oído en las reuniones familiares y en lugar de contar con las distribuidoras comerciales decidió salir de gira. La aventura empezó en la Cineteca de Matadero Madrid y le llevó por toda España bajo un concepto que se parece más a la tradicional gira de músico que a la de cineasta.

Portada del nuevo largometraje de Jonás Trueba, 'Los exiliados románticos' (2015).
Portada del nuevo largometraje de Jonás Trueba, 'Los exiliados románticos' (2015).

En cada una de esas muestras en centros culturales de la geografía española Jonás salía después de la proyección a dar la cara y charlar con el público. Los Exiliados Románticos nacía con el mismo propósito, de hecho este verano la película ha salido de gira por España “representándose” en cines de verano, y tal ha sido el éxito, que ha terminado llamando la atención de distribuidores y exhibidores y entrando a partir de este viernes en salas de 17 ciudades.

“Ha ido bien, ha ido a sitios muy diversos donde he podido estar y siempre sentías que a la película le sentaba bien mezclarse a veces con el ruido del tráfico, arriba de una montaña en Granada, con la brisa o en una plaza en Zaragoza, en Barcelona con tumbonas, frente al río en Valencia, en un antiguo cine precioso en Córdoba… De hecho en Córdoba fue muy divertido porque solo había un micrófono, no había micro para el público y le pedimos a la gente que saliera casi a monologar. Empezó a salir mucha gente de forma espontánea, salieron dos señores mayores que decían que la película estaba muy bien, que les había gustado mucho porque se veía que la juventud seguía igual de mal que cuando ellos eran jóvenes”, recuerda Jonás. “Finalmente hemos hecho un camino breve y curioso para volver al circuito normal pero hemos llegado con más honestidad y hemos llegado bien. Mi obsesión era esa, no pretender que todas las películas se tienen que producir igual, que pensar igual ni que distribuir ni exhibir”.

Este viernes Los Exiliados Románticos echa a andar de la misma manera que lo hizo Los Ilusos: en Matadero Madrid con una representación por cada día del fin de semana y al término de la proyección un concierto del grupo Tulsa y la “comparecencia” del director. Lo que ha cambiado esta vez son las otras 16 ciudades donde se podrá disfrutar de Los Exiliados Románticos en salas convencionales. Una película que además de demostrar lo efectivo e indeleble de la amistad evidencia que más que presupuesto, lo que se te pega después de compartir piso con un compañero como el Oscar es algo parecido a la pasión: “uno hace estas cosas porque ha sido contagiado por una especie de virus pasional y sientes que tienes que la misión de seguir trasmitiendo ese virus”, en palabras de Jonás.

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