José María Pemán
A pesar de nuestra gran diferencia de edad, tuve la suerte de conocer, siendo yo muy joven, a José María Pemán. Fue y es un referente en mi vida. De él se habla como ferviente monárquico. Se dice que fue un católico ejemplar. De Pemán se estudia su amplia obra literaria: orador, poeta, dramaturgo, articulista, trabajos para el cine y la televisión, adaptador de obras clásicas... Amante de Cádiz, su ciudad natal. Amante de Jerez, ciudad donde se retiraba a escribir. Amante de España. Pero, sobre todo, Pemán fue un hombre bueno. Un hombre con ideales, a los que dedicó con honestidad su vida. Un hombre conciliador. Un hombre cercano, pero con una meta muy alta.— Román Martínez del Cerro.
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