_
_
_
_
CLAVES
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La derecha es lo que es

Rajoy tendrá que lidiar con los que tiran hacia ese centro que ocupan y los que lo hacen hacia la derecha en la que se han establecido.

María Fabra

Ha empezado la Liga, vuelven —si alguna vez se fueron— los programas televisivos de vidas ajenas y, en breve, los fascículos inundarán los quioscos. Isabel Pantoja ha reingresado en prisión y, así, todos los opios del pueblo retornan a su auge. Pero la política seguirá siendo uno de los tema de conversación en bares, cenas caseras y tertulias, en ocasiones, poco rigurosas pero con mucha audiencia. Tampoco funcionará el pan y toros, pese a polémicas puntuales y cornadas truculentas, para despistarnos en lo importante que este otoño nos depara.

Mariano Rajoy dio ayer por iniciado el curso político y se enfrenta a unos meses en los que se hablará de él. De sus propuestas o de la falta de ellas. Y de los suyos, que siguen dividiéndose entre los que son lo que son y lo que quieren no parecerlo. La derecha es lo que es, por mucho que sorprenda la adopción de medidas que sólo plasman sus principios reformistas y liberales. Después están las excepciones, como la de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, dando una aparente vuelta de tuerca y sorprendiendo con el anuncio de una sanidad medio universal para los inmigrantes —para lo pobres e irregulares, claro— que ya había sido propuesta por los suyos. Pero lo que haga Cifuentes, habitualmente, se percibe como la acción de un verso suelto, la decisión del estandarte del “sector” progresista del Partido Popular, los alejados de los aznares y aguirres, y eso hace olvidar que fue su mismo partido el que en 2012 inició la exclusión sanitaria de los sin papeles (de los pobres, claro). Pero la derecha es lo que es y, así, se olvida de otro de sus valores estatutarios, el humanismo cristiano, sobre todo, cuando no se trata de su vecino. O se aferra a él cuando defiende, por ejemplo, una reforma del aborto con disidencias.

Rajoy tendrá que lidiar con los que tiran hacia ese centro que ocupan y los que lo hacen hacia la derecha en la que se han establecido. Lo tendrá que hacer aunque no quiera que se note. Porque no puede prescindir de nadie. Tampoco de la derecha que es lo que es.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_