Verano de terror
Leo la noticia sobre la decapitación del prestigioso arqueólogo de 82 años, Jaled Asaad, a manos del Estado Islámico y pienso: basta ya. Quiero que se acabe este verano de 2015. El verano del terror. El que me deja asombrada y estupefacta, por primera vez en mis 24 años de vida, de lo horrible que puede llegar a ser un día tras otro a pesar de no afectarme ninguna desgracia de primera mano. El verano en el que dos chicas han sido asesinadas en Cuenca. El verano en que han muerto en sucesivas semanas varios menores a manos de sus progenitores. El verano en que varias personas han muerto a manos de sus parejas. El verano en que se pierde la cordura hasta desear la muerte de un torero. Día tras día. Como un goteo se acumula mi decepción.— Alba Rodríguez Menéndez.
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