Reflexiones

Me parece que las noticias en Cataluña sobre el monotema crecen exponencialmente mientras que en el resto de la Península menguan exponencialmente también. Lo digo después de haber recorrido la Península tres veces durante este último año. Sí, allí hay sensación de cansancio y de hartazgo, en contra de lo que se cree aquí, y que Mas haya batido el récord mundial de convocatoria de elecciones no hace más que perpetuar la sensación de agonía. Pienso que la Cataluña reflexiva, diversa, variada, se ha hecho más pequeña y comienza a haber una sensación muy grande de ahogo. El independentismo es un tsunami acrítico que arrasa todo a su paso, partidos, asociaciones, familias, amistades, amén del territorio. Me parece, además, que se ha demostrado que en el resto de España también hay ganas de cambio y renovación, que aquí no tenemos el patrimonio del sufrimiento y de la ofensa perpetua, no lo tuvimos durante la Guerra Civil o el franquismo, y tampoco durante esta crisis durísima. No creo que Cataluña lo haya pasado peor que otras comunidades españolas; eso es un mensaje interesado que ha triunfado en el imaginario catalán.— Jorge Navarro Pérez. Castelldefels (Barcelona).