Populismo
Asistimos a un momento político en España donde el pueblo clama un cambio debido a la coyuntura económica, a los excesos del poder y, lo más relevante, a la aparición de movimientos populistas propios de periodos de crisis.
El populismo ha alcanzado un nivel de difusión que comienza (si no lo ha hecho ya) a sustituir realismo por idealismo, sin atender a barreras políticas ni económicas. Cabe plantearse una duda estructural acorde a una autocrítica exhaustiva: si votar al humo para terminar la cruzada sometido a Europa y el FMI, o enfrentar la realidad por desagradable que fuere. El populismo, desafortunadamente, ha fragmentado el panorama político-social creando polos ideológicos muy distantes que para nada fomentan una sólida cohesión social para afrontar la crisis.— Daniel Pérez Efremova.
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