Comprar honestidad
¡Ah! ¿Así que para asegurarnos de que los políticos no caen en la tentación de meter la mano donde no deben, y así garantizarnos su honestidad, tenemos que ofrecerles más dinero del que les corresponde por su tiempo y dedicación? La bajada de sueldo de los nuevos alcaldes es más que un gesto con vistas a la galería. Y al político que lo critique tal vez haya que aplicarle eso de “cree el ladrón que todos son de su condición”.— Pilar Santillana.
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