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Tentaciones
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LO QUE HAY QUE VER

Cómo dejar una serie antes de que ella te deje a ti

Las series acaban temporada, y es el momento perfecto para soltar lastre. Combate el síndrome de Diógenes catódico

Ha llegado esa época del año en la que, mires donde mires, todo son recomendaciones para añadir series a nuestros calendarios personales. Las que vuelven, las que se estrenan, las que están en fase de casting pero tienen buena pinta, las no angloparlantes que se emitieron hace meses pero hasta ahora no habían llegado a nuestras pantallas con subtítulos… Y nosotros, como buenos afectados por el síndrome de Diógenes catódico que somos, añadimos todo a la agenda esperando poder sacar tiempo en algún momento de nuestras vidas para mantenernos al día con las emisiones.

Todo son consejos y prescripciones para sumar y seguir, pero, ¿quién nos enseña cómo dejar una serie? Porque, admitámoslo, lo de soltar lastre no es nuestro punto fuerte. Somos capaces de seguirle los talones a una historia años después de visionar de su mejor temporada esperando en vano que la cosa remonte. Pero si algo nos ha enseñado la historia de la televisión es que una vez que la calidad de una obra comienza a decaer, raramente vuelve a coger vuelo.

Así que para ayudarte a hacer limpieza estival en tu parrilla televisiva particular, aquí van unas cuantas razones para dejar esa serie que tanto te gustó en su momento pero con la que, admitámoslo, la cosa ya no funciona. Porque con las series en declive hay que hacer como con las tiritas, librarnos de ellas del tirón antes de seguir prolongando el dolor.

JUEGO DE TRONOS

Lo nuestro con Juego de Tronos fue intenso y emocionante. Con énfasis en el “fue”. Porque la superpoblación de personajes y la dispersión de tramas ha conseguido convertir la que fuera una serie vibrante en un deber tedioso que no tenemos porqué asumir. Y ahora que la serie y los libros se disponen a transitar sus propios y diferenciados caminos, es un momento perfecto para aprovechar la coyuntura y despedirnos a la francesa. No te preocupes además por lo que te vas a perder, seguro que cuando David Benioff y D.B. Weiss se carguen a tu personaje favorito (si es que no lo han hecho ya), internet, lo busques o no, te lo hará saber.

THE GOOD WIFE

Hay momentos en la vida de todo seriéfilo en la que ha de plantearse si una retirada a tiempo vale más que mil derrotas, o si, por el contrario, dos Kings valen más que una temporada floja.

La sexta entrega de una de las mejores series del panorama televisivo actual arrancó con mucha fuerza para luego acabar desinflándose casi por completo, perdiendo, de nuevo, a parte de su elenco principal. Si a eso sumamos un final casi idéntico al de su cuarta temporada, la pregunta está clara, ¿estamos dispuestos a acompañar a Alicia y compañía en un posible día de la marmota judicial?

TRUE DETECTIVE

Hoy es un buen día como otro cualquiera para que admitamos que elevamos la primera entrega de True Detective ligeramente por encima de sus cualidades reales. Entre todos, transformamos una buena serie en poco menos que una deidad catódica. Lo que venimos llamando últimamente un hype en toda regla, vamos. Por eso es buena momento para aprovechar que esta nueva etapa no continúa la historia pasada, dar un paso atrás, y poner a McAdams, Ferrel, Vaughn y Kitsch en el limbo de nuestras agendas seriéfilas a esperas de comprobar qué se ha sacado Pizzolatto este año de la manga.

THE WALKING DEAD

La cuestión no es por qué dejar de ver The Walking Dead. La cuestión es, por qué alguien continuaría viéndola a estas alturas. ¿Qué extrañas fuerzas trabajan a favor de esta serie, mediocre en sus mejores momentos, para que amase tamañas audiencias? ¿Acaso no hemos sufrido lo suficiente el apocalipsis zombi que ahora tenemos que añadir Fear the Walking Dead? Aunque mirándolo por el lado positivo, librándonos de la serie de la AMC nos libraríamos también de su nueva acompañante en un 2x1 más que recomendable, necesario.

HOUSE OF CARDS

Que a veces nos ponemos todos de acuerdo para otorgar un estatus excesivo a según qué series, lo habíamos dejado claro hablando de True Detective. Pues bien, con con House of Cards nos ha pasado un poco más de lo mismo. La serie magnética y estridente de Netflix lleva manteniéndonos cautivos en su tela de araña varios años. Jugando con nosotros, intentando convencernos de que sus estridencias y traspiés son fruto de nuestra imaginación, mientras cuenta los días que quedan para soltar una nueva remesa de capítulos, que veremos con ansia, para mantener la tradición, y tedio porque las ganas ya no son las que eran.

DOCTOR WHO

Qué duro resulta decirle adiós a una de nuestras series favoritas mientras sigue en antena. Pero en eso consiste precisamente este ejercicio. En cortar antes de que la gangrena se lleve una parte de nosotros. Y en este caso en concreto, la gangrena tiene nombre y apellido: Steven Moffat. El showrunner a cargo de una de las series de ciencia ficción más longevas y queridas de la historia lo tiene todo: misógino, ególatra, amante de la pirotecnia vacía, bocazas… vamos, una joya que ha conseguido que para librarnos de sus garras, tengamos que dejar de acudir a la consultar de nuestro doctor favorito.

AMERICAN HORROR STORY

A la serie de Ryan Murphy y Brad Falchuk le pasa un poco como a True Detective. Es decir, que ante su continua reinvención, siempre nos quedará la duda de si esta nueva entrega será tan buena como aquella que tanto nos gustó. Pero nosotros, que tras dos decepciones anti terroríficas y soporíficas seguidas ya sabemos a lo que atenernos, debemos mantenernos firmes. Ya lo dicen los yanquis en su refranero: Si te engañan una vez, es culpa suya. Si te engañan dos, tuya.

GIRLS

Hannah. Hannah. Hannah. ¿Qué vamos a hacer contigo? Por un lado, te queremos. Por el otro, queremos tirarte la soga al cuello. Eres nuestra mujer blanca, soltera y neurótica favorita, pero lo de que tu alter ego en el mundo real nos dé una de cal y otra de arena a razón de escena por capítulo, empieza a cansar. Porque, aunque Lena Dunham a veces no parezca saberlo, existe una diferencia sustancial entre crear personajes sin rumbo y perder el rumbo creativo, y no estamos del todo seguros de si merece la pena mantener la esperanza de revirar.

COMMUNITY

¿Os acordáis de cuando exclamábamos con fervor lo de six seasons and a movie? Ya, por aquí casi tampoco. Viendo la vuelta de Community al mundo catódico después de su justa muerte, una no puede dejar de recordar aquel capítulo de Buffy, Cazavampiros en el que se recomendaba no resucitar de entre los muertos a nadie porque “podían volver mal”. Le ha pasado a Community, le pasó a Arrested Development y, ahora que Yahoo, Hulu y compañía se han empeñado en levantar un ejercito de zombis, le pasará a tantas otras. Y si esta mala sombra de las otrora grandes series ha de servirnos de algo, que sea para reforzar nuestro propósito de disfrutar de lo bueno, dejar lo mediocre ir, y a los difuntos descansar en paz.

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