Radicalización

En 2010, Artur Mas disponía de 62 escaños, ahora las encuestas apenas le dan la mitad. Entonces, CiU era una sólida coalición, hoy ya no existe. Mas ha emprendido un camino hacia la radicalización política cuyo primer perjudicado está siendo él mismo. Porque es radical defender declaraciones ilegales y unilaterales de secesión cuando ningún partido en la Europa democrática defiende algo parecido. Mas puede vestir con corbata, pero parece comportarse como un antisistema, con propuestas contra el Estado inviables y populistas que solo llevan a un callejón sin salida. Los catalanes nos merecemos de quien nos gobierna algo más de sensatez.— María José Raga.