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Mujeres contra mujeres en el Estado Islámico

Mujeres en territorio controlado por el Estado Islámico en Siria (Reuters)
Mujeres en territorio controlado por el Estado Islámico en Siria (Reuters)

Al-Khansaa es una organización de mujeres, entre 18 y 24 años, que funciona dentro del Estado Islámico y cuya única función es reprimir, controlar e incluso torturar a las mujeres que no cumplen las normas en la zona bajo control del grupo en Siria. Se trata de un grupo parapolicial que no participa en combate y cuya función es hacer cumplir las normas del Estado Islámico a las mujeres. Su existencia ha trascendido en informaciones de prensa y denuncias de ONG. Reciben entrenamiento religioso y formación en el manejo de armas y patrullan en grupos de tres a cinco personas. Son implacables. Las británicas se jactan de ser las más crueles.

Se calcula -aunque cuando se habla del Estado Islámico hay que hacerlo con cifras aproximadas dada su opacidad- que esta fuerza lo forman unas mil mujeres, la mayoría extranjeras. Es curioso este hecho: los hombres del Estado Islámico no se fían absolutamente nada de sus mujeres, ya que no solo son controladas por ellos y por su entorno familiar sino, además, por mujeres que llegan de Europa.

Las militantes de Al-Khansaa vigilan sus costumbres, sus relaciones con otras personas, que sus velos tapen lo suficiente cuando salen a la calle, que vayan siempre acompañadas de un hombre, de un mehrem (tutor masculino). Muchas de ellas se pasean con kalashnikov y siempre vestidas con niqab.

Perciben un sueldo entre los 500 y los 1.500 dólares, "dependiendo de si están casadas o solteras, tienen hijos, si son europeas o norteamericanas, y de su función  en la organización", ha declarado el bloguero Abu Ward Al-Raqqawi, el cual hizo viral desde Estados Unidos un tuit en donde se veía a un bebé con una pistola y una granada en la almohada.

 

#ISIS issued ID for a child Name: Jrah Dad: Abu Jrah Mom: Om jrah This child will be risk to you not just to us . pic.twitter.com/jSqQZ5xX4i— Abu Ward Al-Raqqawi (@alraqqawi) abril 26, 2015

“Ellas no participan en los asesinatos de prisioneros, aunque en los campos de entrenamiento las obligamos a sacrificar a animales para que se acostumbren a matar”, ha declarado Abu Bakr, el autoproclamado califa del Estado Islámico, en sus múltiples medios de comunicación.

 

Muchas de estas militantes son captadas por las redes sociales. “Combinan una ideología completamente atrasada con medios muy sofisticados de captación a través de Internet», reflexiona la directora adjunta del Instituto para los Estudios de la Mujer en el Mundo Árabe de la Universidad Libanesa-Americana, Myriam Sfeir.

Su fanatización llega a tal extremo que, según el Observatorio de Derechos Humanos sirio, estas mujeres de Al- Khansaa llegaron a detener a una mujer por llevar un traje muy púdico pero bordado en el mercado de Al Mayadín, en Deir al Zur, ciudad construida junto al río Éufrates y en donde el 20% de la población son cristianos.

El nombre de Al–Khansaa hace alusión a una poetisa contemporánea del profeta Mahoma que vivió toda  su vida sumida en el paganismo hasta que su tribu, los Muzar, se convirtieron al Islam.

Un documento de la Quilliam Foundation, organismo que combate el fanatismo, describe la situación afirmando que según el Estado Islámico “el papel señalado para la mujer es permanecer oculta para la sociedad desde detrás de su velo”. “Las mujeres tienen su secreto celestial en el sedentarismo, la quietud y la estabilidad, y los hombres son lo contrario, movimiento y fluidez, porque esa es la naturaleza del hombre. Si los papeles se mezclan y solapan, la base de la sociedad se conmueve, sus pilares se agrietan y sus paredes se derrumban”, subraya el texto.

Y añade: “El modelo preferido por los infieles en Occidente fracasó, en opinión de los yihaidistas, en el minuto en que las mujeres fueron liberadas de su celda en el hogar”.

 

Un  manual del Estado Islámico publicado el año pasado enseña a sus seguidores a tratar a las mujeres como auténticas mercancías. En el documento, llamado ‘Su’al wa-Jawab fi al-Sabi wa-Riqab’ (Preguntas y respuestas sobre la toma de cautivas y esclavas), publicado por la Biblioteca Al-Himma, la editorial del Califato, con fecha del mes de Muharram de 1436 (mediados de octubre a noviembre de 2014) se puede leer lo siguiente: “Es permisible comprar, vender o dar como regalo a cautivas y esclavas, ya que no son más que propiedades, de las que se puede disponer, siempre y cuando no le cause [al ummah musulmán] ningún daño o perjuicio”.

Y matiza: “No es permisible separar a una madre de sus hijos que no han alcanzado la pubertad a través de la compra, venta o dar como regalo [a una cautiva o esclava]. Pero es permisible separarlos si los hijos han crecido y han madurado”.

El autoproclamado Estado Islámico permite también que una mujer sea “propiedad” de varios hombres, que deberán llegar a un acuerdo para “usarla”. Además, “es posible golpear a las prisioneras” aunque sólo como medida disciplinaria.

La compraventa de esclavas en el califato parece una realidad indiscutible. Los líderes de la organización fundamentalista  han llegado al extremo de emitir una lista de precios oficiales en función de la edad de la mujer, más cara cuanto más joven.

En el mercado de Mosul, las niñas cristianas y yazidíes de uno a nueve años se han vendido al precio de 172 dólares americanos, según ha informado Iraqi News. “En el nombre de Alá, el compasivo y misericordioso, hemos recibido noticias de que en los mercados de ganado y mujeres la demanda se ha reducido drásticamente y esto afectará a los ingresos del Estado Islámico, así como la financiación de los muyahidin en el campo de batalla. Hemos hecho algunos cambios. A continuación se presentan los precios de mujeres cristianas y yazidíes”, dice el texto de uno de sus comunicados.

Por si esto fuese poco, las mujeres de al-Khansaa tienen además a su cargo el control de burdeles donde miles de esclavas sexuales son encarceladas y violadas diariamente después de haber sido vendidas por sumas de hasta 50 dólares, según 'Daily Mail'.

Triste papel el de unas mujeres que se erigen como verdugos de sus compañeras de género.

Comentarios

Esa etapa se describe perfectamente en los hechos narrados por los historiadores de la Edad Media en toda Europa, donde se quemaban vivas a las personas que eran acusadas de impostoras o infieles con la religión oficial de los estados.En nombre del Dios universal y clemente eran torturados para que confesaran que practicaban otras creencias.Y entonces se les quemaban en la plaza pública, para general conocimiento quedando sus bienes confiscados que pasaban una parte a las arcas de la Iglesia Católica y otra a las del Rey.O sea que no hay nada nuevo bajo el sol.
Esto se ha practicado desde la antigüedad por todo tipo de culturas. El Estado Islámico ni siquiera es original en sus formas.En cuanto a lo de que las británicas son las más crueles, bueno: no es más que el reflejo de aquello que llaman el "vicio inglés", o sea el sadomasoquismo.
No hay nada nuevo bajo el sol? Eso ya lo sabíamos, lo nuevo es que se practique actualmente.
Espero que igual que en el resto del mundo, en algún momento alguien vea que todo lo que proclaman es fanatismo puro y duro, largo camino le queda a la mujer en algunos países, pero lo mas doloroso es la que habiendo conseguido mas o menos la igualdad, vuelva la vista y su vida para atrás, muy triste. cuanto lo siento.
Lo diferente es la velocidad de las informaciones. Hace siglos acaso la gente se enteraba por los viajeros. Hoy, al tiempo que sucede circula por las redes. Pese a los esfuerzos de ciertas organizaciones Cristianas de aceptar el Islam como una tercera vía de espiritualidad, lo cierto es que lo único destacable del Islam es el desprecio hacia la MUJER, sea ésta la madre, hermana, esposa, hija. Lo hemos visto con el recientemente fallecido Rey de Arabia Saudita que mantenía a 4 de sus hijas prisioneras, sin agua y sin comida.
Que triste!

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