10 fotosMedio año con agua y sin cosechasTras las inundaciones de Malawi, la población resiste estoicamente a la situación de desolación y abandono mientras se aproxima otro problema la inseguridad alimentaria por la pérdida de las cosechasSebastián RuizMalawi - 24 jun 2015 - 10:46CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceEn el campamento II, ubicado en Nsanje, no existe hora de la comida. El humo del agua que bulle es constante. Arroz, maíz y, con suerte, alguna verdura. Así llevan seis meses.SEBASTIÁN RUIZLa convivencia en las tiendas de campaña preparadas para unas 20 personas no es fácil. Se unen mujeres y hombres de distintas poblaciones. Duermen separados por sexo.SEBASTIÁN RUIZLas tanquetas de agua vienen tres veces al día. No hay mucho que hacer en esta tierra enfangada a parte de rellenar garrafas de cinco litros cada ciertas horas.SEBASTIÁN RUIZAcicalarse o no, suele estar reñido con el estado de ánimo. Aquí, en Nsanje, la vida continúa al ritmo de trenzas renovadas.SEBASTIÁN RUIZLa imagen muestra la vulnerabilidad de construcciones, que caen derrumbadas ante catástrofes naturales como la vivida la madrugada del 5 de enero en el sur de Malawi.SEBASTIÁN RUIZPhilippo posa imitando a uno de los pilares de su ahora destruida vivienda. No ha podido salvar nada excepto una silla de madera. Es soltero y su familia vive a 500 kilómetros.SEBASTIÁN RUIZEn la imagen Berto, quien sentencia: “Los vecinos nos intentamos ayudar. Comenzar de cero cuando la base es cero es parte del aprendizaje. Todos sabemos que vendrán tiempos mejores. Y así será. Saldremos a flote”.SEBASTIÁN RUIZSuman apenas siete metros cuadrados de paja y plástico. En esta casa inventada sobrevive esta familia: un matrimonio de dos hijos y la madre de ella. Han preferido resistir en este triste lugar a marchar al campamento II, el más cercano.SEBASTIÁN RUIZAgua estancada y clima tropical son caldo de cultivo para una de las enfermedades que más muertes causa en el África Subsahariana: la malaria. Tumbada y sin energía se encuentra la madre de Anunga, las dos infectadas.SEBASTIÁN RUIZLa casa ha quedado completamente inservible para su habitabilidad. El techo está apunto de derrumbarse. En la imagen, Rossanna posa con su pequeño de dos años. Detrás de ella se aprecia una inscripción. “Jesus Only”.SEBASTIÁN RUIZ