Cooly G: ritmo y sensualidad

Madre soltera, con dos hijos a su cargo y una de las carreras más prometedoras dentro de la electrónica contemporánea, su nombre es Merrisa Campbell, más conocida por el pseudónimo de Cooly G. La artista nacida en Brixton, uno de los barrios del sur de Londres con mayor presencia de afrocaribeños, ha construido su reciente carrera a base de beatsralentizados y una enorme sensualidad. Este sábado se la podrá ver en el festival Artenou, en Sant Boi de Llobregat, presentando su segundo album Wait Til' Night. Un disco donde ahonda en su faceta más nocturna, un retrato íntimo que bordea terrenos como el pop alternativo y el neo soul. “Hacía mucho tiempo que no me dedicaba tiempo a mí misma. El cuidar a los niños y el trabajo como productora ha hecho que dejara de lado aspectos más relacionados conmigo. He utilizado este disco para mostrarme”, afirma la vocalista de 32 años sobre su segundo disco publicado a finales del año pasado.

Amparada desde 2009 bajo el paraguas del sello Hyperdub, hemos visto evolucionar sus composiciones del baile con efluvios tropicales de Narst, al downtempo y la sobriedad vocal de Like a Woman Should. Estos cambios han permitido que las bases sean cada vez mas estilizadas, la voz permanezca en una suerte de ensoñación y el disco en general flirtee cómodamente con el r&b y las máquinas. “Llevo quince años haciendo música, comencé con el rap y colaborando en diferentes formaciones. Posteriormente decidí volcarme en la producción y ahora nuevamente la voz ha vuelto".

Campbell ha estado vinculada desde muy joven a la música, su padre pertenecía a uno de los soundsystem que llenaban de sonido las calles de su barrio, por lo que en sus recuerdos ya desde muy pequeña aparecen altavoces y discos de todo tipo. “Crecí en Brixton como un chico. Mi padre tenía un pequeño estudio casero, donde también había un soundsystem. Mi madre le acompañaba muchas veces y cantaba. Su colección de discos era increíble” comenta la cantante inglesa quien también se formó alrededor de la música jamaicana y sus diferentes derivaciones, como el jungle y el dancehall.

Este nuevo disco le ha ayudado a desarrollar ampliamente su faceta como vocalista, a la vez que ha podido profundizar en unas letras mucho más cercanas, en las que habla abiertamente de sexo. No debe resultar raro viendo la tremenda influencia que éste ha tenido en la música negra. Todo ello envuelto en una atmósfera de electrónica sedosa, que por momentos atrapa y anestesia. Temas como Your Sex, I Like, Want o So Deep dejan ver a las claras lo ardiente del discurso.

La última vez que visitó España vino a tocar Playin Me, su primer disco, un directo falto de cualquier interés, con las bases pregrabadas en un ordenador y unos levísimos recitados sobre ellas. Por momentos se la veía perdida y un tanto tímida en el escenario. “Mis directos siguen siendo muy parecidos a lo que pudiste ver, de momento no llevo máquinas”, aclara. Por tanto, sólo nos queda esperar que estos dos años le hayan permitido pulir aquella apariencia un tanto tosca y que su voz nos acerque a sus lascivas fantasías.