‘Mad Men’ en Albacete

Todo llega: la presbicia, el ocaso del PP, el final de Mad Men… ¡qué pena! Lo de la serie, digo, bueno y también lo del PP porque, sinceramente, lo de no leer bien de cerca es algo que me da igual. El caso es que el otro día viendo el último capítulo me emocioné, tanto o más, como cuando una vez en la playa vi una ola quitarle el peluquín a un hombre. Luego hablando con un amigo reparé en que en realidad había visto el penúltimo. Me lo callé, me fui a mi casa y le puse remedio. Y, claro, me emocioné one more time con el que, ahora sí, era el ÚLTIMO de verdad. Y entonces, con el dulce meneíto que da ver la tele con unas cuantas copas de vino entre pecho y espalda, fantaseé con lo siguiente: ¿Cómo hubiera sido Mad Men de haber ocurrido en Albacete?

El protagonista se podría haber llamado Juan Pedro Valdivieso, aunque en realidad esa no sería su verdadera identidad, sino la de un compañero al que le habría dado un golpe de calor vendimiando. Con la intención de empezar una nueva vida, llegaría a la New York de la mancha y se pondría a trabajar en Alba Grafic. Ahí empezando desde abajo lograría granjearse una fama de muchacho muy válido con ideas peregrinas. Suyas serían las campañas de publicidad más importantes: Caja de Castilla la Mancha, Albacete Balompié… Aparte, también le daría tiempo a enrollarse con varias, a saber: Rosario la de la papelería, Angelines la panadera… Todo esto estando casado.

La serie se llamaría: Hombre Meriloto.

¿No sería el recopetín?