Portugal se va a París
Quizá sea el premio al talento emergente más importante de la industria. La segunda edición del certamen del grupo LVMH, dotado con 300.000 euros y un año de asesoramiento en la compañía (dueña de Céline, Vuitton y Dior) eligió ganadora a Marques Almeida, una marca portuguesa basada en el estilo urbano, el deporte y la vanguardia. Señas de identidad que distan mucho de la sofisticación y el elitismo de alguna de las enseñas de la empresa. Tal vez esta sea la imagen de los nuevos tiempos.
El verdadero precio de la moda
En una de las secciones paralelas de Cannes se presentaba True Cost of Fashion, un documental sobre las dos grandes lacras de esta industria: la esclavitud laboral y el impacto ambiental. Cuenta con declaraciones (casi confesiones) de Stella McCartney o Livia Firth, comprometidas con la sostenibilidad, así como con escenas filmadas en Bangladesh y otras zonas tristemente famosas por haber sufrudo los estragos de la explotación. Verlo supone pensar dos veces si merece la pena comprar cantidad y no calidad.
Un masaje marca Chanel
En Milán es habitual que los líderes del lujo, de Armani a Moschino pasando por Cavalli, expandan sus respectivos emporios abriendo hoteles, bares o centros de belleza. En la otra meca de la moda, París, no era así, pero Chanel ha anunciado que abrirá su primer spa en el Ritz, residencia de Coco durante sus últimos años. La marca lo ha definido como una “experiencia sensorial de lujo”, en la que suponemos que habrá saunas, piscinas y camillas serigrafiadas con la doble C y decoradas con centros de camelias.
