_
_
_
_
CONVERSACIÓN GLOBAL
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Alemania, ¿la República de la Huelga?

La economía acusa los efectos perjudiciales de un histórico encadenamiento de paros

Luis Doncel

Un nuevo término se ha puesto de moda en Alemania. La Streikrepublik —juego de palabras que sustituye la oficial Bundesrepublik Deutschland (República Federal de Alemania) por la República de la Huelga— parece omnipresente. Hay que agradecer este neologismo a conductores de trenes, cuidadores de guarderías, carteros, pilotos y, quizás próximamente, controladores aéreos. Muchos ciudadanos tienen estos días la sensación de que los trabajadores de los servicios públicos se han puesto de acuerdo para reivindicar sus derechos. A la vez.

Los vientos sindicales que recorren Alemania han puesto en pie de guerra a algunos. El Instituto de Economía de Colonia ya ha calculado que este año será el de mayor conflictividad laboral desde 2006. Pero estos análisis pierden de vista que, pese a la percepción ciudadana, el número de huelgas convocadas está muy lejos de las habituales en los años setenta u ochenta, cuando los obreros metalúrgicos podían mantenerse firmes durante semanas. Y en comparación con otros países europeos, los huelguistas alemanes aún salen perdiendo.

Cunden las alertas de los efectos perjudiciales que la concatenación de paros tendrá sobre la economía. Algunos expertos estiman que la huelga de trenes de la primera semana de mayo, la mayor del ferrocarril, restará una décima al crecimiento del segundo trimestre. Y alertan de que aún peor será el daño al prestigio del país.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Al otro lado de la trinchera, las cosas se ven distinto. Allí se recuerda, por ejemplo, que gracias a la moderación salarial de los últimos años Alemania ha salido mejor parada de la crisis del euro que el resto de sus vecinos. Que el poder de compra de los trabajadores se ha estancado en los últimos 15 años. Y que la desigualdad entre los que más ganan y los que menos no ha dejado de crecer. Los sindicatos y partidos de izquierda creen que ha llegado la hora de empezar a repartir el pastel entre todos. Y, en este campo, los representantes de los trabajadores no han inventado nada nuevo: saben que si quieren algo, tendrán que pelear duro para conseguirlo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Luis Doncel
Es jefe de sección de Internacional. Antes fue jefe de sección de Economía y corresponsal en Berlín y Bruselas. Desde 2007 ha cubierto la crisis inmobiliaria y del euro, el rescate a España y los efectos en Alemania de la crisis migratoria de 2015, además de eventos internacionales como tres elecciones alemanas o reuniones del FMI y el BCE.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_