El perro de Esperanza Aguirre quiere ir en metro y autobús... y llega tarde

Pecas ha tenido que abandonar por patas este jueves la cafetería de la calle de Zurbano a la que su jefa, Esperanza Aguirre, le había llevado. ¿La razón? Que el pequeño jack russell la lió con otro perro más pequeño. La candidata del PP al Ayuntamiento de la capital de España iba a departir "cómo hacer de Madrid una ciudad dogfriendly" con otros canes y sus dueños "Es un agresivo", dijo la aspirante, según recoge Efe. Aun así, Pecas, el 11º perro de Aguirre, y con la que ella estrenó su Instagram hace dos años, tiene un "carácter mucho mejor que el de su dueña", según dijo. Es que está acostumbrado, alegó, a estar rodeado de hembras y a no tener machos alrededor. Cuando los tiene "se cree que es un perro cinco veces más grande". Pecas demuestra lo crecido que está en estos cuatro años que lleva expresándose en Twitter (bueno, con temporadas de silencio) a base de ladridos y gruñidos en los que se revelan ciertas fobias...

Odia que le pisen en los mitines y alerta a @policia de los mensajes de odio hacia la jefa, es decir, la "rubia castiza" con la que vive en Malasaña. Es fan de Cristina Cifuentes -le gustaría que le tuviese en su regazo-, se define en la red social como "incontrolable, liberal y seductor" y aboga por que no se regalen perros a los niños por Reyes si no se tiene muy claro. La cuestión es que Pecas iba con unas propuestas para los emperrados en boca de su alter ego, Esperanza Aguirre:

-Que las ordenanzas municipales den libertad a los comerciantes a la hora de prohibir o no la entrada de animales.

-Que los perros puedan viajar en transporte público, es decir, metro y autobús (ahora solo se puede montar con ellos en Cercanías) fuera de hora punta y con bozal. Aunque Pecas sabe que su jefa, como presidenta de la Comunidad de Madrid entre 2002 y 2013, fue la responsable del Metro y del Consorcio Regional de Transportes y no impulsó esa medida... Ahora es tarde. El suburbano no depende del alcalde de Madrid, sino de las autoridades regionales. Los autobuses sí que pertenecen a una empresa municipal, la EMT, que solo autoriza perros guía o canes dentro de bolsas.

-Habilitar espacios para el esparcimiento de perros en barrios y distritos y aumentar los puntos expendedores de bolsas para recoger los excrementos.

¿Y los otros partidos, qué ofrecen a los 425.000 ciudadanos que conviven con perros en Madrid?

La segunda agrupación en intención de voto, Ahora Madrid, que encabeza Manuela Carmena, tiene en su programa solo una alusión a "abrir un debate público para establecer una ordenanza integral sobre los derechos de los animales".

El PSOE no recoge referencia alguna en las propuestas del candidato a alcalde, Antonio Miguel Carmona, ni tampoco Ciudadanos. UPyD hace una referencia a "promover la adopción frente a otras medidas de control de la población".

Así que parece que Pecas no podrá subir al Metro si no lo remedia su amiga Cristina Cifuentes u algún otro candidato a la Comunidad de Madrid. Lo que sí ha negado rotundamente el animal, que coincide con su compañera de casa en determinadas fijaciones del presente y del pasado -Podemos, Tomás Gómez, Rubalcaba- es que viajase en el coche de la jefa en el infausto episodio del carril bus y la policía municipal, cuerpo al que también tiene ojeriza, por cierto. Pero fue fotografiado a traición. Es lo que tiene ser un perro tan social.