Madres indias: luchadoras, incansables, heroínas
Ellas tienen que abrirse camino en una sociedad en la que se ha establecido la preferencia por los hijos varones por cuestiones prácticas de economía familiar
El Día de la Madre es un día para celebrar la existencia de las mujeres que dan vida a pequeños seres humanos y les apoyan en su formación y crecimiento. En India, ser madre supone mucho más que eso. Supone toda una lucha por la supervivencia. Primero, la propia. Y después, la de la prole, incluso antes del nacimiento. Tienen que abrirse camino en una sociedad en la que se ha establecido la preferencia por los hijos varones por cuestiones prácticas de economía familiar, basadas en creencias y religión.
Según ha ido aumentando el volumen demográfico en el sur de Asia, se ha ido promoviendo un control de natalidad más férreo, apoyado en la creencia de que disminuyendo la fecundidad se puede aumentar el capital humano, acelerar el desarrollo socioeconómico y generar equidad de género. Concretamente, en India se desarrolló un programa de planificación familiar para instaurar como socialmente correctas las familias pequeñas de no más de dos hijos. Posteriormente, han sido la sociedad, la cultura y las costumbres las encargadas de decidir el sexo preferido: el masculino.
Ya en 2001, se registró la existencia de 35 millones de hombres más que de mujeres en este país, cuando en la mayoría de países predomina la población femenina. Las razones por las que una familia de origen indio puede preferir tener un hijo varón a una mujer son los siguientes:
- Los varones son vistos como un medio para asegurar la vejez de los padres, ya que son los únicos que pueden tener una independencia económica (trabajar y hacer aportaciones económicas a la familia), heredar los bienes y las propiedades y orar por las almas de los padres muertos. No se le permite a las mujeres hacer nada de esto.
- Una mujer tan solo supone un gasto económico para la familia porque no debe contribuir a los ingresos del hogar en ningún momento. Y porque para casarla habrá que pagar una dote por ella siempre muy elevada (pago que debe hacer la familia de la mujer al futuro esposo como agradecimiento a su cuidado). Aunque la dote está prohibida por ley, la mayoría de las familias la sigue cumpliendo.
- Actualmente enviar a la escuela a una niña adolescente conlleva un alto riesgo de seguridad. Es decir, sufre el peligro de ser acosada, violada, maltratada e incluso asesinada.
- Las mujeres son apreciadas como más débiles y con mayor necesidad de alimentos y atención médica; por tanto, mayores gastos.
Abortos selectivos por género e infanticidios
Estos motivos han llevado al aumento de los abortos selectivos e infanticidios en todo el país, al nivel de China y Corea del Sur. Cada vez son más los médicos que ofrecen el servicio de detección del género del feto –a través de equipos de ultrasonidos– y practican el aborto si se trata del género femenino. Tal ha sido la expansión de esta práctica que existen aldeas donde no llega el agua potable, pero sí cuentan con este sistema.
No obstante, también se han desarrollado alternativas para aquellas mujeres que no tienen acceso económico a los abortos selectivos (y, por supuesto, temen arruinar a toda la familia con la dote que deberían pagar por tener una o más hijas). Se trata de los infanticidios; asesinatos de niñas de entre meses de vida a nueve años, rango de edad en el que disminuye drásticamente la población femenina en India tanto por los infanticidios como por la falta de alimentación y atención médica.
Debido a la gravedad de la situación, el Gobierno de India está comenzando a tomar medidas contra los doctores que llevan a cabo estas prácticas de abortos selectivos por género. Sin embargo, son las propias mujeres las que realmente tienen en su mano un cambio en la realidad actual. Y es que, poco a poco, se van registrando casos de madres que deciden tener a sus hijas a pesar de todas las desventajas que les pueda plantear la sociedad.
Mujeres que no siguen la corriente
Con base en las encuestas realizadas entre las trabajadoras de la factoría de ladrillos de Bihar, donde trabaja la ONG Naya Nagar, mujeres de diferentes edades con embarazos complicados o fáciles, con o sin acceso a la sanidad, dentro de la veintena, treintena o cuarentena, y con familias numerosas o pequeñas; todas ellas decidieron tener a sus hijas de sexo femenino con alegría, celebrarlo en su comunidad y tener grandes deseos para su futuro, como pueden ser la educación y un buen ambiente familiar con predominancia femenina.
Gracias a estas mujeres se pueden paliar las consecuencias de la discriminación y degradación del género femenino en India. Como puede ser la creciente dificultad para casarse debido a la falta de mujeres, y la interrupción del avance social que debería haber ido a la par que el económico pero que, sin embargo, se ha visto truncado por el plan de limitación demográfica.
Las madres de India no son solo madres, también son luchadoras y heroínas para todo su país. Ellas son las generadoras del cambio. Feliz Día de la Madre.
Ana Clavería es voluntaria de la ONG Naya Nagar.
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