La educación, también en crisis
En pleno siglo XXI, vivimos en una sociedad en la que delegamos nuestros deberes y obligaciones en otros. Y hemos llegado a aplicar esto en ámbitos tan insospechables como la educación. Y es que cuando vas a cenar o a comer a un restaurante, la escena más cotidiana es la de encontrarte un conjunto de familias en la que los niños están jugando con cualquier tipo de dispositivo electrónico, mientras que los padres están de tertulia o simplemente cansados de vigilar a sus hijos. Entonces, ¿a quién dejamos el papel de la educación? La respuesta es sencilla: los padres delegan toda la responsabilidad en la escuela. La educación y los valores han de ser transmitidos por la propia familia, mientras que la escuela tiene la labor de reforzarla. Y es que, como bien decía Nelson Mandela: “La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”. Pero, para ello, tenemos que aprender a impartirla bien.— Anabel Collados Porcar.
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