10 mercados de abastos que aún son mercados de verdad
Que conste que no tengo nada en contra de la moda de los neo-mercados pijos, tipo el de San Miguel, en Madrid, o el de la Lonja del Barranco, de Sevilla. Me parecen un buen recurso turístico, con un potente efecto dinamizador para la economía local y en muchos casos, una excelente oportunidad de conservación de edificios históricos que de otra manera tendrían complicado su futuro.
Pero por Dios….¡no los llamemos mercados! Son otra cosa: una nueva manera de entender la restauración, oferta gastronómica reunida bajo un mismo techo…. Un mercado de verdad es donde va la gente del barrio a comprar patatas y naranjas, es “la plaza” de toda la vida donde las materias primas están tan frescas y lozanas que te dan ganas de llevártelas todas. Y en España quedan muchos mercados de abastos de verdad, cuya visita es tan recomendable y benéfica para un viajero como la de la más excelsa de las catedrales. Además, en muchos de ellos también dan de comer, pero sin perder su esencia. Estos son 10 de los más recomendables:
1. LA BOQUERÍA, BARCELONA.
Es el mercado de mercados. El primero en el que uno piensa cuando quiere visitar una plaza de abastos donde la lujuria de colores y presentaciones te entre por los ojos. Sus orígenes se remontan a los mercados ambulantes que se montaban en la parte vieja de la ciudad. Hoy es una de las visitas obligatorias de Barcelona, tanto como la Sagrada Familia. Sorprende el mimo con el que está trabajada cada parada, el cuidado que pone cada vendedor en ofrecer sus materias primas como si fueran auténticas joyas y no humildes rovellons o merluzas. En su interior se suelen realizar actividades culturales y animaciones. Un espacio pensado para deleitar todos los sentidos.
Más info:boquería.info
2. MERCADO CENTRAL DE VALENCIA.
Uno de los mercados más famosos y más bonitos de toda España, ubicado en el corazón de la ciudad. Su techo acristalado en forma de bóveda, de 30 metros de altura, resguarda los más de mil doscientos puestos que se articulan en dos polígonos irregulares. Se puede encontrar de todo, desde anguilas vivas a jengibre, pasando por toda la rica variedad de verduras y hortalizas de la huerta valenciana, pescados, mariscos, salazones... Abre todos los días de la semana de 7 a 15, excepto los domingos.
Más info:Mercado Central Valencia
3. MERCADO DE ABASTOS, SANTIAGO DE COMPOSTELA (A CORUÑA)
Hablamos de palabras mayores: el mercado de abastos de Compostela debería ser un lugar obligado de peregrinación para cualquier viajero, tanto como la plaza del Obradoiro. Cientos de vecinos se acercan diariamente a este espacio mágico en busca de los mejores pescados, mariscos y verduras de Galicia, ofrecidos por maruxas y pescantinas que parecen caídas en ese momento de un libro de Emilia Pardo Bazán. De hecho, la plaza es el segundo monumento más visitado de la ciudad, llegando incluso los sábados a albergar 4.000 personas. El edificio se reconstruyó a mediados de los años cuarenta sobre el lugar originario del Mercado de la Ciudad, de 1870, y está gestionado por una cooperativa formada por 70 socios.
Más info:Mercado de Abastos Santiago
Construido entre 1914 y 1917, sus cuatro grandes portadas monumentales en arco dejan claro que es uno de los edificios con más solera de la capital murciana. Además de ofrecer rica variedad de verduras y hortalizas de la huerta murciana, cuenta con tres cantinas que cocinan aquello que se ha adquirido dentro. Un servicio muy popular que reúne a gran cantidad de gente los sábados a la hora del aperitivo. Sin un horario fijo de apertura por la mañana, los curiosos – y madrugadores- pueden ver a primera hora del día todo el proceso de montaje de los puestos desde la recepción de la mercancía hasta la exposición del género.
Más info:Mercado de Verónicas
5. MERCADO DE LA PAZ, MADRID.
Situado en el barrio de Salamanca, uno de los barrios más castizos y lujosos de la capital, es un referente local para aquellos que buscan calidad en los alimentos. Lejos de las impersonales boutiques de moda de la calle Serrano, el Mercado de la Paz se caracteriza por un servicio cercano entre los tenderos y los clientes. Es el único de los cuatro mercados modernistas que se construyeron en Madrid en el siglo XIX que sigue activo como tal. Un espacio sencillo que permite descubrir el Madrid más íntimo.
Más info: Mercado de la Paz
6. NUEVO MERCADO DEL CARMEN, HUELVA.
Desde fuera, el Nuevo Mercado del Carmen más bien parece un espacio de arte contemporáneo o la biblioteca de alguna universidad europea. Reformado en 2010, recoge el testigo de la antigua plaza de abastos de 1868 y permite encontrar la mejor oferta de ibéricos de la región y otras exquisiteces como el gurumelo de Paymogo, una seta que únicamente puede encontrarse en Huelva, considerada un verdadero manjar.
Más info:Mercado del Carmen
Foto: Eusko Guide – Guía de Viaje de Bilbao
7. MERCADO DE LA RIBERA, BILBAO.
Junto al puente de San Antón, en la parte sur del casco viejo bilbaíno aparece el mercado de la Ribera, que con sus 10.000 metros cuadrados pasa por ser el mercado cubierto más grande de Europa. De estilo art-decó, tiene amplios ventanales que permiten la entrada de luz a sus tres plantas, donde los puestos ofertan lo mejor de la huerta y el mar vascos. Además, cuenta con un sofisticado servicio de compra online que permite a los clientes adquirir lo más natural de los caseríos con la misma comodidad que se compran artículos en Amazon.
Más info: Mercado de la Ribera
8. MERCADO DE ABASTOS, JEREZ DE LA FRONTERA (CÁDIZ)
La Plaza, como le llaman coloquialmente los jerezanos, se aloja en un histórico edificio de estilo neoclásico en el que destaca la belleza de su fachada adornada con cerámica vidriada. El mercado fue levantado sobre el antiguo convento de San Francisco y remodelado por el arquitecto D. José Esteve en torno a 1885, lo que lo convierte en uno de los más antiguos de Cádiz. En su interior encontramos más de cien puestos donde poder comprar una gran variedad de pescado fresco traído de las costas de Sanlúcar.
Más info: Turismo Jerez
9. MERCADO DE LA ESPERANZA, SANTANDER.
A la espalda del Ayuntamiento se encuentra el mercado de la Esperanza, una de las plazas de abastos más grandes de toda Cantabria. El edificio fue diseñado por los arquitectos Eduardo Reynals y Juan Moya y fue declarado monumento histórico-artístico en el año 1977. Aunque se vende de todo (fiambres, carnes, verduras, conservas…), el verdadero espectáculo visual y fotográfico está en los puestos de pescado, que ocupan toda la planta baja: todo lo que sale del Cantábrico lo puedes encontrar aquí. En la parte exterior, en la anexa plaza de la Esperanza, los toldos azules entrelazados de los comerciantes forman una de las estampas más costumbristas del centro de Santander.
Más info: Mercado de la Esperanza
10. MERCADO EL FONTÁN, OVIEDO (ASTURIAS)
En la plaza 19 de Octubre se encuentra uno de los mercados con más encanto de nuestro país. Rodeado de los coloridos edificios de las calles Fontán y Fierro, es una parada totalmente obligada para quienes se adentran en el Oviedo histórico. Sus puestos ofrecen jugosas carnes de primerísima calidad, frescas verduras cultivadas de manera natural y gran variedad de pescado y productos de temporada. Un modelo de negocio que trata de acercar el campo a la mesa, y que apuesta por poner en valor los productos locales y artesanales de la comarca.
Más info: Mercado El Fontán
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