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3.500 Millones
Coordinado por Gonzalo Fanjul y Patricia Páez

Derecho al agua: el vaso medio lleno

Por Alberto Guijarro, Experto Sectorial de Agua de ONGAWA.

Desplazados filipinos durante la emergencia del tifón Haiyan. Foto: UNHCR/J. Malten.

Llevo tiempo dándole vueltas a la situación mundial del acceso al agua para usos personales y domésticos, y he de reconocer que estoy sumido en un mar de dudas: ¿está el vaso medio lleno o medio vacío?

Nos encontramos en un momento clave para responder a esta pregunta: en 2015 finaliza el Decenio Internacional del Agua 2005-2015, y también este año se deciden los futuros Objetivos de Desarrollo del Milenio post 2015, en los que el agua y saneamiento se encuentran en la actual propuesta del Open Working Group.

Resulta indudable que existen razones para reconocer que el vaso se está llenando. Según los datos del Programa de Monitoreo Conjunto OMS/UNICEF, entre 1990 y 2012 más de 2.200 millones de personas han conseguido tener acceso al agua en condiciones mejoradas, y más del 70% de este progreso se ha conseguido canalizando el agua hasta el punto de consumo, lo que supone una mejora en la “calidad” del acceso. Este avance ha supuesto que la meta del agua de los ODM se haya cumplido 5 años antes de la meta 2015, aunque con grandes desigualdades por regiones y colectivos.

Otro de los principales motivos para el optimismo reside en el reconocimiento del agua y saneamiento como derecho humano por Naciones Unidas en julio de 2010, que deja un mensaje alto y claro: “llenar el vaso” del acceso universal al agua es un derecho que los gobiernos de todo el mundo deben garantizar.

Estos avances desmontan la muchas veces extendida idea de que “la cooperación internacional para el desarrollo es ineficaz”, pues el progreso en el sector del agua, y en muchos otros, es incuestionable. Por tanto, ¿podemos decir que está el vaso medio lleno?

Quizá no si atendemos a los 1.800 millones de personas que consumen agua contaminada con materia fecal según la Organización Mundial de la Salud, y si tenemos en cuenta que existen regiones, como África subsahariana, en donde a pesar de la mejora de la cobertura de abastecimiento en términos porcentuales (del 48,3 al 64,5% de acceso mejorado entre 1990 y 2012) en el mismo periodo 63 millones de personas más usan fuentes NO mejoradas de agua. ¿Vaso medio vacío?

Pero si podemos hablar de un aspecto que caracteriza la disponibilidad del agua a nivel internacional es la desigualdad. Por ejemplo, mientras que el consumo medio de agua en la mayoría de los países europeos es de 200 a 300 litros por persona al día, en un país como Mozambique el consumo medio es de 10 litros. ¿Vaso casi vacío?

Si le hubiéramos hecho esta pregunta hace 10 años a Scola, una mujer de la comunidad de Emuguri, en el Distrito de Same de Tanzania, su respuesta habría sido clara: Scola debía caminar 10 km. cada día para recoger agua para su familia, empleando unas tres horas que no podía dedicar a tareas personales o productivas. Vaso medio vacío.

En la actualidad, gracias a un programa hidrosanitario realizado por ONGAWA y sus socios en el Distrito de Same, Scola dispone de una fuente de agua potable en su comunidad y ella es la responsable de las cuentas para asegurar la sostenibilidad económica: no tiene que cargar agua durante 10 km., dispone de más tiempo para tareas personales y productivas, y el consumo de agua en su comunidad por persona al día se ha duplicado. Vaso bastante lleno (podremos decir que está completamente lleno cuando se den las condiciones para tener una conexión de agua domiciliaria, cosa que no es posible en la actualidad).

Por tanto, personas que como Scola hayan mejorado sus condiciones de acceso al agua podrán decir que el vaso está más o menos lleno, pero los 748 millones de personas que actualmente carecen de dichas condiciones mejoradas lo verán claramente medio vacío.

Para llenar este vaso global urge pedir compromisos efectivos de la comunidad internacional para conseguir el acceso universal a un agua segura y asequible para todos, como hicimos el domingo pasado en la caminata que organizamos desde ONGAWA con Oxfam Intermón y Prosalus, y con el apoyo de otras organizaciones, en el marco de la Marcha Global por el Agua y el Saneamiento, que ha congregado a cientos de miles de personas en todo el mundo.

Sigamos dando pasos.

Comentarios

El agua, recurso vital para los seres humanos, es un bien único. La cooperación en la esfera del agua es crucial no sólo para garantizar una distribución equitativa de este recurso fundamental, sino también para promover las relaciones pacíficas dentro y entre las diferentes poblaciones.
El agua, recurso vital para los seres humanos, es un bien único. La cooperación en la esfera del agua es crucial no sólo para garantizar una distribución equitativa de este recurso fundamental, sino también para promover las relaciones pacíficas dentro y entre las diferentes poblaciones.
El agua, recurso vital para los seres humanos, es un bien único. La cooperación en la esfera del agua es crucial no sólo para garantizar una distribución equitativa de este recurso fundamental, sino también para promover las relaciones pacíficas dentro y entre las diferentes poblaciones.

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