Retorno a El Salvador
Soy oriundo de El Salvador y, huyendo de la guerra de guerrillas, me trasladé a vivir a Barcelona con mi familia cuando tenía 19 años. Actualmente tengo 53. En los ochenta, España era un país de oportunidades, una potencia en pleno desarrollo económico, una nación a la que envidiar. Conseguimos asentarnos en Barcelona, que nos recibió con los brazos abiertos y nos permitió forjar un futuro estable. Ahora estoy casado con una catalana, tengo dos hijos universitarios y, hasta hace año y medio, he estado trabajando en una empresa de textiles de la que se me despidió por una reducción de personal. Tras arduas deliberaciones con mi mujer, hemos decidido sacrificar nuestros últimos ahorros para volver a mi ciudad natal, pues un pariente lejano me ha ofrecido un empleo. Parece mentira que después de tantos años El Salvador sea para mí un país de oportunidades. Parece mentira que un puñado de gente sea capaz de cambiar el rumbo de todo un país, y que tengamos que contemplar impotentes cómo se vuelve todo cada vez más negro. Parece mentira pero es la verdad: la verdadera historia de 4,5 millones de españoles.— Juan Luis Ruiz-Tagle Oriol.
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