_
_
_
_

Puro Kakao coreano

Kim Beom-Su, fundador del Whatsapp surcoreano, es el supermillonario más insólito de su país

Macarena Vidal Liy
Kim Bum-SOO, CEO de Kakao.
Kim Bum-SOO, CEO de Kakao.Han Myung-Gu (WireImage)

Kim Beom-Su, más conocido en Occidente como Brian Kim, es una “rara avis” en su país, Corea del Sur. El fundador de KakaoTalk, el Whatsapp coreano, es un multimillonario que se ha hecho a sí mismo. En una nación dominada por los conglomerados familiares, y donde las 10 personas más adineradas ya nacieron con varios panes bajo el brazo y una fortuna en su cuenta bancaria, este hijo de un obrero en una fábrica de bolígrafos y de una camarera de hotel, aprovechó la revolución de internet para acumular una riqueza que la revista Forbes le calcula en 2.700 millones de dólares (2.413 millones de euros).

Su aplicación de mensajería instantánea es ubicua en Corea del Sur. Más del 90 % de los usuarios de móviles y el 75 % del total de la población la utilizan. En octubre del año pasado se fusionó con Daum, el segundo mayor portal de Internet del país. La aplicación busca expandirse por el sureste asiático, un mercado aún con mucho potencial.

Es, según el diario Korea Herald, el empresario más popular en su país. A sus 48 años, con perilla de moderno, cara de niño y un carácter calmado, proyecta una imagen de tranquilidad que esconde una tremenda ambición. La misma que, tras una infancia como el tercero de cinco hijos criados en un apartamento de una sola habitación y bajo el cuidado de su abuela en uno de los barrios más pobres de Seúl, le convirtió en el primer miembro de su familia que iba a la Universidad. Y no a cualquiera, sino a la Nacional, la más prestigiosa de su país.

Allí se le abrió el mundo. Un compañero tenía conectado el servidor de su ordenador a un sistema de boletín de anuncios, la primera vez que Kim comprobó cómo dos personas podían comunicarse a través de computadoras. “Fue mi primera experiencia de un mundo hipervinculado. Pasé los tres meses siguientes aprendiendo cómo funcionaban los ordenadores y decidí trabajar en una empresa dedicada a eso”, declaraba en una entrevista en 2011 a la publicación surcoreana Money Today.

Con un título de ingeniero industrial, empezó a trabajar en Samsung, el conglomerado familiar surcoreano por excelencia. Apasionado de los juegos de cartas, abandonó el grupo siete años más tarde para fundar su propia compañía, Hangame. Dedicada al juego en línea, comenzó simplemente creando versiones de software de póquer y otras apuestas de naipes y acabó revolucionando el sector en una Corea del Sur adicta a los juegos de ordenador, un sector que en 2013 movía 8.188 millones de dólares (7.407 millones de euros) según la Agencia de Contenido Creativo Surcoreana.

Fusionada con Naver, el mayor buscador de internet del país, se convirtió en HNH, el mayor portal surcoreano. Pero tras mudarse a Silicon Valley, dejó la compañía en 2007. Paró de trabajar durante dos años, uno de los cuales lo dedicó a viajar con sus tres hijos. Hasta que en 2009 decidió que era hora de volver a la actividad.

En 2010 nacía KakaoTalk, una aplicación para móviles que permitía a sus usuarios enviarse mensajes gratuitamente, en una época en la que las compañías telefónicas cobraban por enviar y recibir SMS. Fue un éxito instantáneo en su país y hoy día cuenta con 158 millones de usuarios registrados.

En el exterior el resultado no ha sido el mismo. Sus intentos por abrirse mercado en Japón fracasaron ante el éxito de Line, creada precisamente por sus antiguos colegas de HNH/Naver. En el sureste asiático, y pese a amplias campañas publicitarias, la demanda no ha terminado de despegar. En China se encuentra con el gigante que es WeChat, la plataforma de Tencent que cuenta con 468 millones de usuarios activos mensuales.

Incluso dentro de Corea del Sur, no es oro todo lo que reluce. El número de sus usuarios activos mensuales ha caído un 5%, a 48 millones, y el beneficio neto de Daum Kakao en el último trimestre de 2014 creció un 36%, lejos de aquellas multiplicaciones por diez de los primeros años del servicio de mensajería. Aunque ni siquiera estos indicios consiguen poner nervioso a Kim. En su lugar, optará por lanzar nuevas aplicaciones para Kakao.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Macarena Vidal Liy
Es corresponsal de EL PAÍS en Washington. Previamente, trabajó en la corresponsalía del periódico en Asia, en la delegación de EFE en Pekín, cubriendo la Casa Blanca y en el Reino Unido. Siguió como enviada especial conflictos en Bosnia-Herzegovina y Oriente Medio. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_