Día de luto para la humanidad
Los terroristas no conocen límites a la barbarie. El vídeo en el que se ve cómo destruyen con saña las obras del museo de la antigua ciudad de Nínive es otra prueba de la ignominia total e inhumana de estos locos de Alá.
Ayer fue un día de luto para la humanidad porque esas obras pertenecen a la raza humana, son una prueba de su genio, de su creatividad, de su capacidad para producir belleza, algo que estos fanáticos son incapaces de apreciar en sus tristes vidas.
Eran obras del patrimonio universal que las generaciones futuras solo podrán conocer por fotos, o por reproducciones que algún día podrán llegar a ser muy fidedignas, pero serán eso, meras copias. Imaginen por un segundo que las alimañas hubieran pasado por Altamira, el Prado o la Academia de Florencia. Hoy las lágrimas no son por las personas sino por sus obras.— Carlos Muñoz. Licenciado en Historia del Arte.
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