Atrapada en el Candy Crush
La diputada Celia Villalobos, filmada jugando mientras Rajoy ocupa la tribuna de oradores
La diputada popular Celia Vilallobos ha vuelto a dar la nota. La vicepresidenta del Congreso ha sido pillada por la cámara indiscreta de un periodista de La Marea jugando al Candy Crush durante el debate del estado de la nación mientras ejercía como presidenta de la Cámara en ausencia de Jesús Posada. Y lo que es peor, completamente absorta en el entretenimiento mientras ocupaba la tribuna de oradores el presidente, Mariano Rajoy.
A Celia Villalobos debía aburrirle tanto el esgrima dialéctico entre Rajoy y Duran Lleida que dejó de prestar atención, abrió su tableta y se puso a sumar puntos en el juego de las frutitas. En ese momento, Rajoy hablaba de la sostenibilidad del sistema de pensiones, de los 38.000 millones de euros que España tiene que pagar cada año por intereses de la deuda, y de las 300.000 personas que llegaron a estar en la lista de espera para recibir las ayudas del plan de dependencia.
La vicepresidenta debió pensar que con Rajoy podía estar tranquila. Que a diferencia de Joan Coscubiela, al que reprendió por llamar “capo mafioso” al presidente, Rajoy difícilmente la pondría en la tesitura de tener que llamarle la atención.
Y en lugar de dar una cabezadita, como hacen algunos diputados en las sesiones —algo que hubiera sido demasiado visible dada la posición que ocupaba—, decidió concederse un rato de discreta distracción. Conocida por su desparpajo y por haber protagonizado episodios chuscos como ministra de Sanidad en la crisis de las vacas locas, la diputada ha vuelto a ser objeto de chascarrillos en la Red.
Villalobos no es la única que ha sido cazada jugando en una sesión parlamentaria. Antes de la irrupción del Candy Crash, era el juego del Apalabrados el que hacía estragos en los escaños. Tampoco es un fenómeno local. El diputado británico Nigel Mills fue pillado hace poco entregado al Candy Crush en un debate sobre pensiones en la Cámara de los Comunes.
Mills reconoció su falta y pidió disculpas en Twitter. La reacción de Villalobos, en cambio, ha sido negar la evidencia y decir que estaba leyendo la prensa. Pues tampoco, señoría. Aunque —como dijo su compañera Dolors Montserrat para disculparla— sea capaz de hacer dos cosas a la vez, esa no es forma de reaccionar.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.