Paradojas
La preocupación social por el maltrato animal y las medidas legislativas que se han tomado dicen mucho y bueno de la sociedad española. El abandono de animales en la vía pública se penaliza con elevadas sanciones y con un notable rechazo social. En contraste, vemos a diario cómo es posible, respaldado por la ley e incluso haciendo uso de la fuerza publica, desalojar de sus viviendas a seres humanos sin importar su edad, su salud o situación familiar, dejándolos en la calle sin mayor problema y castigando cualquier resistencia de los desahuciados o personas solidarias. No parece muy justo ni acorde con una sociedad civilizada.— María J. Mosquera.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Lo más visto
- Los ‘whatsapps’ de Mazón a Feijóo del día de la dana: “Un puto desastre va a ser esto presi”
- La revalorización de las pensiones queda en el aire por la negativa de la derecha a apoyar otras medidas sociales
- Zelenski confirma que cualquier pacto con Rusia deberá ser ratificado en referéndum
- El líder groenlandés responde a Trump: “Groenlandia es nuestro país. Nuestras decisiones se toman aquí”
- Juan Carlos Ferrero: “Más que dolor, siento pena; los finales siempre son tristes”




























































