Corresponsables de la vergüenza
Tortugas que nada más nacer emprenden un viaje oceánico de miles de kilómetros, pájaros de unos pocos gramos que son capaces de cruzar continentes o herbívoros en busca de mejores pastos. Las migraciones parecen dar respuesta a instintos muy básicos. El ser humano no es distinto. Miles de personas viajan hacia el norte en busca de mejores condiciones de vida. Muros, vallas de espino y mafias dificultan este tránsito pero no logran impedirlo. Según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, al menos 3.419 personas murieron en el Mediterráneo el año pasado. En la penúltima inmolación ante el muro del progreso de estos últimos días, según informan las autoridades italianas, hay 300 personas desaparecidas.
Somos capaces de crear equipos multidisciplinares y de conseguir financiación para proyectos espaciales, y no somos capaces de frenar esta sangría. Todos somos corresponsables de esta vergüenza.— Santiago Aragón Guarné.
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