Destinos para encontrarse

A estas parejas famosas les funcionó. Explorar sus misterios puede ser su próxima meta.

En 1963, el romance entre ambos actores, que había comenzado durante el rodaje de Cleopatra cuando ambos estaban casados, les convirtió en objetivo de la entonces incipiente prensa rosa. Quiso la providencia que las obligaciones del rodaje de La noche de la iguana (John Huston, 1964) los llevara a Puerto Vallarta, en el Pacífico mexicano. Un lugar por entonces casi desconocido y con pocos hoteles a la altura de las estrellas de Hollywood. Al poco tiempo Burton compró para su amada Casa Kimberley y adquirió otra vivienda para él justo al cruzar la calle. Entre ambas se construyó un puente, por el que peregrinaron los amantes, a veces en son de paz y otras bajo el estruendo de los tambores de guerra. Puerto Vallarta es hoy uno de los destinos turísticos más famosos de México.  

Los que celebraron que la irreverente Jennifer Lawrence hubiese sustituido a la disciplinada Gwyneth Paltrow en el corazón del cantante de Cold Play, Chris Martin, se llevaron un disgusto cuando los tabloides aseguraron el fin del affaire. Pero 2015 empezó con la noticia de que ambos seguían juntos y que estaban viviendo un amor discreto en Los Ángeles con algunas paradas en la casa que el cantante tiene en la playa de Malibú. En resumen, no viven juntos, pero nunca se han separado. La gran ciudad y sus estupendos restaurantes de sushi sirven de escenario a su historia de amor. Caminar por Hollywood Boulevard o Beverly Hills son actividades que todo turista se debe permitir, pero no espere encontrar allí a estos chicos. Ellos solo van a sitios discretos que permitan conservar el misterio de su historia.

Cuando todos daban su relación por muerta sin posibilidad alguna de resurrección, Beyoncé y Jay Z aparecieron en Portofino más enamorados que nunca, o al menos más dispuestos que otras veces a hacerse fotos en romántica actitud. Sucedió en septiembre de 2014 y la excusa fue celebrar el 33º cumpleaños de la cantante. La pareja se dejó ver agarrada del brazo paseando por La Piazetta, símbolo de este pueblo de pescadores que ha sido agraciado con la venia de intelectuales y artistas como Guy de Maupassant o Friedrich Nietzsche. Ambos, Beyoncé y Jay, caminaron por las angostas calles del casco antiguo y entraron en varias tiendas de lujo. La primera incluso se hizo una fotografía con una novia que pasaba por allí. O más bien los que estaban de paso eran la cantante y su marido, ya que su yate los esperaba anclado en uno de los puertos italianos con más solera del Mediterráneo.