Las infelices felicitaciones de 2015
Si hay una fecha en la que los personajes públicos deberían tirar menos de tópicos, es en Nochevieja. Precisamente es cuando menos originales se vuelven
Feliz año de siempre
Quizá lo peor que pudimos hacer con los famosos fue exigirles naturalidad. Parecía un planteamiento rompedor en su día: las redes sociales les quitaron los micrófonos y les dieron el mismo límite de caracteres que al hombre de a pie. Tan rompedor que no se exploró debidamente la posibilidad de que un famoso, al natural, improvisando su discurso sin maquillaje ni pose, sin focos ni marcas, podía ser una de las cosas más aburridas jamás creadas por el hombre. De esto daba fe Twitter esta semana. Sigue una serie de felicitaciones del año nuevo tuiteadas estos días por personajes públicos: “¡Espero que todos tengan un feliz y prudente año nuevo! Ojalá haya menos negatividad y ningún comentario negativo en las redes sociales. ¡Positividad en el año nuevo! No al acoso”. “¡El último día de 2014! Qué afortunada y agradecida estoy”. “El chocolate siempre es mejor que el champán. ¡Feliz año nuevo a todos! Que venga lleno de alegría”. Siguen a continuación los nombres de las autoras, fuera de orden: Madonna, Britney Spears y Kim Kardashian. ¿Son capaces de identificar por el estilo quién escribió cada cosa? ¿No? Pues eso.
El perro de la guerra
Precisamente las felicitaciones navideñas y de fin de año eran el erial de tópicos perfecto para que un famoso las personalizara. Los hay que lo han intentado: la ex aspirante a vicepresidenta estadounidense, exgobernadora de Alaska, exestrella de reality y personaje mediático Sarah Palin. Subió a Facebook un texto que empezaba: “Que cada obstáculo se convierta en un trampolín más en vuestro camino hacia delante”. En una brillante comprensión del potencial de las redes sociales, ilustró esta idea con fotos de una anécdota de su vida familiar. Su hijo de seis años había intentado llegar a la pila para fregar los platos y, al no lograrlo, se había subido sobre el perro. En las fotos, el niño apoya todo su peso sobre un perro tumbado en el suelo. Como si fuera un taburete. La imagen le ganó a Palin el odio de miles de personas que vieron la foto, no tanto como la inspiración, sino como una apología de la crueldad animal. De los comentarios que generó esa publicación, el más amable fue: “Yo te suelo defender, Sarah, pero en esta ocasión estás sola”.
El año que viene más
Así concluyó el intento más sonado de salirse de la línea de puntos. Con un diez a la intención y un cero a la edición. El año que viene los tópicos se cotizarán el doble.
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