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África No es un paísÁfrica No es un país
Coordinado por Lola Huete Machado

El club de español de los jueves por la tarde

Ángeles Jurado

El campus de Cocody es inmenso: una explanada en cuesta dividida por recuadros de césped de un intenso verde, carreteras a medio descomponer y bloques y más bloques de construcciones, entre residencias estudiantiles, facultades, cantinas, espacios deportivos y otras instalaciones. Aquí se asienta la universidad pública de Abiyán, rebautizada Felix Houphouet Boigny por el presidente del país, Alassane Ouattara, cuando reabrió sus puertas tras la crisis del 2010/2011. Repintada y todavía con signos del viacrucis de la guerra, se queda chica para acoger a los 50.000 alumnos que estudian allí. En ella se encuentra uno de los tres departamentos universitarios de español del país. Otro se sitúa en Buaké y se acaba de abrir el tercero en Korogho. En total, se registran 1.500 estudiantes matriculados en español en el curso 2012/2013 en Abiyán más 97 en Buaké. En el curso pasado, se sumaron 303 en la primera facultad y 194 en la segunda. Números impresionantes, si tenemos en cuenta lo reciente del conflicto, los dos años "blancos" que le siguieron y la falta de infraestructuras y personal docente.

Según el profesor Théophile Koui, en Costa de Marfil se contabiliza un total de 341.073 estudiantes de español y 1.753 profesores. Koui señala que el país aporta así más de la mitad del medio millón de africanos que estudian español como lengua extranjera documentados en 2006. Las estadísticas del Instituto Cervantes de la época exponían las cifras en una quincena de países situados desde el extremo norte del continente hasta Sudáfrica. Con la actualización de los datos que se refleja en el libro La enseñanza del español en África Subsahariana, se estima que el número de estudiantes de español en África ronda el millón y medio y que Benín supera a Costa de Marfil como país con más estudiantes de español en el continente. Las nuevas estadísticas incluyen ahora a 27 países, aunque todavía es necesaria una cierta prudencia para manejarlas, dado lo difícil que es obtener números ajustados a la realidad en los contextos africanos. Costa de Marfil figura en el octavo puesto en número de estudiantes de español en el mundo, por delante de la propia España, Portugal o Marruecos.

Imágenes del club de español de la UFHB, en el Congreso África con Eñe celebrado en Abiyán en marzo de 2014. Fundación Mujeres por África

Los estudiantes de español de la universidad abiyanesa han formado un club, creado bajo el nombre Ateneo para la Cultura y el Arte (ACA), que funciona desde el 12 de marzo de este año con una junta de una treintena de miembros a su cabeza, La Central. Según explica su presidente, Jean-Arthur Kouadio, rebautilizado como Arturo Reyes en su cargo, la asociación "se abre a todos los enamorados de la lengua española y agrupa a todos los estudiantes y a los alumnos sobre el territorio marfileño". "Estamos invadiendo la capital, Abiyán, con la promoción de la lengua española, luego nos dirigiremos al interior del país y después al exterior", explica orgullosamente por Facebook, armado con un teclado que no ayuda, porque -para empezar- carece de eñe.

El ACA surgió para practicar el español en un contexto en el que hay pocas oportunidades de utilizar lo que se aprende en el aula. Como explica Théophile Koui, los estudiantes universitarios marfileños de español "sienten una gran frustración al no poder comunicarse en situaciones reales en la universidad". "En el año 2009, una encuesta realizada entre 45 estudiantes de tercer curso de la Universidad de Cocody reveló su clara incapacidad para realizar un intercambio oral en español y así lo sentían los propios estudiantes", precisa.

"Cuando llegamos en la facultad de español no habia ninguna plataforma de habla", apunta por su parte Arturo Reyes. "Nuestros predecesores intentaron crear un club pero no lo consiguieron. Carecemos de sostén. De nadie, de ninguna autoridad. Incluso a nuestros propios profesores, al principio, les daba igual esta iniciativa. A la embajada de España en Costa de Marfil también, aunque creo que ahora han cambiado de parecer y participan en nuestras actividades a veces y nos animan. Organizamos campus lingüísticos, conferencias, paneles, congresos, salidas a países donde se habla español. En este curso académico 2014-2015 me gustaría llevar al grupo a Guinea Ecuatorial, pero por qué no a Latinoamérica o España en el futuro. Nos gustaría relacionarnos con las universidades internacionales y con sus estudiantes para intercambiar sobre temas de cultura, visitarles en sus escuelas y viceversa. Pero carecemos de todo, desde libros y material didáctico a películas o música".

El club de español de la UFHB no tiene local propio, así que se juntan los jueves por la tarde en un anfiteatro del campus. Allí organizan programas que incluyen humor, música, conferencias y charlas con hispanohablantes, en las que se lanzan a disparar preguntas sobre todo aquello que les interesa, incluida la manera de poder viajar a España a perfeccionar su español. Nunca falta una enorme bandera española presidiendo la reunión ni un desconcertante "¡arriba España!" al abrir la sesión y cerrarla. Las donaciones en forma de libros o cualquier otro material acaban dispersándose entre los hogares de los miembros de la junta directiva, a la espera del deseado local propio. Se quejan del cierre del centro cultural español con la guerra, de la falta de actividades de promoción del español en el país. En sus reuniones no sólo se presentan alumnos universitarios: aparecen también alumnos de institutos y clubes de español de toda la capital económica marfileña. Demuestran una sed de aprender que desafía toda lógica.

Miembros del club de español de la UFHB hablan con el profesor Javier Serrano en el Congreso África con Eñe celebrado en Abiyán en marzo de 2014. Fundación Mujeres por África

El club participó en el congreso África con Ñ, que se celebró en su universidad la pasada primavera. El congreso forma parte de un proyecto de intervención de la Fundación Mujeres por África, cuyo objetivo principal es promover el uso del español como instrumento de desarrollo para África y en especial para las mujeres africanas. Reunió a cerca de 50 mujeres hispanistas de más de 20 países africanos y precedió a la implementación de iniciativas como un premio literario dirigido a africanas que escriban en español en dos categorías: ensayo y cuento.

En el marco de ese congreso, una hispanista marfileña, la doctora Ama Kouassi, presentó una ponencia sobre motivaciones y perspectivas académicas del español en su país. En ella explicó que el interés de los estudiantes marfileños por este idioma se ve reforzado por la similitud entre el español y el francés, la opción de incluir un idioma más en el curriculum además del inglés y la influencia de la música afrocubana. Con ella coincide el profesor Koui, que habla de la sensación de facilidad que tienen muchos francófonos al enfrentarse con el español, ya que entre ambos idiomas existe una similitud del 75 %. Koui señala también que el español implica una oportunidad de apertura al mundo y que su musicalidad seduce a los alumnos africanos, que lo encuentran romántico, dulce y melodioso. A nivel extra-lingüístico, resalta que la pasión africana por el español ha alcanzado nuevas cotas con los éxitos deportivos del país. La profesora Kouassi apunta, por su lado, que muchos estudiantes se sienten identificados con países latinoamericanos de habla hispana por tratarse de países en vía de desarrollo con desafíos y obstáculos parecidos a los de los marfileños. La simpatía por los países latinoamericanos se acrecienta porque sus culturas se impregnan de la búsqueda de una identidad propia tras los traumas de la colonización y por la lucha por una autonomía económica y política frente a las injerencias de las ex-metrópolis.

Sistema

El español llegó a Costa de Marfil con el sistema educativo francés que se impuso en el colonialismo y se quedó en el país cuando los franceses se fueron, al llegar la independencia en 1960.

En la enseñanza reglada de Costa de Marfil, los alumnos empiezan a estudiar el español entre los 13 y 14 años, dos años después de empezar con el segundo idioma, que es el inglés. Es una lengua optativa que aparece en el tercer curso de la ESO, compitiendo con el alemán. El inglés es obligatorio y el francés, lengua oficial. A nivel universitario, la enseñanza del español se lleva a cabo en tres universidades públicas y en la Escuela Normal Superior, un centro especializado en la preparación pedagógica de diplomados y licenciados para que se dediquen a la enseñanza. Se accede a estos estudios a través de una especie de selectividad denominada baccalauréat, que se pasa al terminar el instituto. Además de en institutos y universidades, el español también se aprende en centros privados y academias de lengua.

El profesor Koui señala que se considera que la enseñanza es la salida natural para los estudiantes universitarios de español, pero que no se les dota de las claves pedagógicas para hacer su trabajo. Además, la enseñanza del español tiene un carácter muy académico y ligado a la escritura, a pesar de los sucesivos cambios metodológicos que han pasado por las aulas. Koui sugiere una ampliación del campo de trabajo para estudiantes de español, que abarque Turismo o Traducción, y una reorientación de los estudios para que hagan más hincapié en el intercambio interpersonal y el habla y en los aspectos pedagógicos.

El profesor Javier Serrano subrayaba en la presentación de su reciente publicación sobre la enseñanza del español en África Subsahariana el poco interés que ha existido en España a la hora de promocionar nuestro idioma en esa parte del mundo. El profesor Koui desarrolla el caso del "desamor" hispanista hacia Costa de Marfil en su texto incluido en el libro coordinado y editado por Serrano.

Koui explica que, en la actualidad y desde el curso académico 1993/1994, se ha abandonado la mayor parte de las actividades de promoción del español por problemas financieros. El centro cultural, probablemente el mejor y más equipado de todo África subsahariana, ha quedado reducido a un discreto centro de recursos que se limita a una proyección semanal de cine español y la gestión de la biblioteca. Precios inasumibles para pasar los DELE y diez años de crisis continua en el país han dado como resultado que en 2011, por ejemplo, sólo se presentaran cuatro candidatos. Se ha acabado con iniciativas como el Concurso Nacional de España, convocado anualmente con el patrocinio de la embajada de España y el Ministerio de Educación marfileño. Se han reducido las becas hasta la inexistencia. Y, sobre todo, no existe un marco oficial de cooperación cultural entre ambos países.

España pierde terreno frente a los países latinoamericanos no sólo por ese desinterés en apoyar la lengua española en el país. Koui precisa que los manuales de español llegan desde Francia y muestran una imagen estereotipada y anticuada de España, ligada a toros y flamenco, que descorazona a más de uno frente a la vívida actualidad de las telenovelas que invaden la televisión marfileña.

El docente e hispanista explica, pacientemente, que la difusión del español es un dinamizador de la economía española y que las ganancias derivadas de su uso representan al menos el 15 % del PIB español, una de las mayores fuentes de ingresos junto con el sector turístico. Habla del honor y prestigio que significa que otros pueblos se interesen por la lengua de uno y de que amar la cultura española es difundir la Marca España. Subraya que la difusión de una lengua conlleva repercusiones económicas extraordinarias para el país que se encarga de ella: no se queda en manuales sino que amplía el mercado a libros, música y cine.

Los profesores Koui y Kouassi no son pesimistas. Hay cantera hispanista en el país, el idioma español interesa cada día a más gente y los marfileños se organizan a través de iniciativas como los clubes de español de alumnos o asociaciones de profesores de español, en ocasiones panafricanas. En el otro lado de la mesa, el profesor Javier Serrano tampoco es pesimista y considera que, una vez revelada la pujanza del español en la parte del continente africano que queda bajo el Magreb, las instituciones encargadas de la promoción del español en el mundo harán justicia, por fin, a Costa de Marfil y África Subsahariana.

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Sobre la firma

Ángeles Jurado
Escritora y periodista, parte del equipo de comunicación de Casa África. Coordinadora de 'Doce relatos urbanos', traduce autores africanos (cuentos de Nii Ayikwei Parkes y Edwige Dro y la novela Camarada Papá, de Armand Gauz, con Pedro Suárez) y prologa novelas de autoras africanas (Amanecía, de Fatou Keita, y Nubes de lluvia, de Bessie Head).

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