La pasión de vivir
De forma brutal e inesperada hemos tenido que despedir a Rafael de Cózar. Un incendio ha arrasado su casa, su querida biblioteca, su vida llena de pasión por la heterodoxia, la investigación, el humor, la amistad. Tuve el placer y el honor de conocerlo. Prologó uno de mis libros, me dio clases de doctorado, compartimos café y conferencias. Siempre me pareció una persona diferente, con carisma, cultísimo y campechano, formal y cachondo a la vez, magistral, apasionado, irrepetible. Creo que sin instrucción, sin sensibilidad al arte ni solidaridad y empatía con los demás, nos falta algo muy importante para el rasgo de humanidad. Rafael reunía a la perfección los tres pilares: profesor e investigador, lector incansable, escritor, artista plástico, buena persona. Su mejor epitafio, el de Pérez Reverte sobre su amigo: “Es una de las mejores personas del mundo”. Descanse en paz. José Cenizo Jiménez.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.