Es noticia: un famoso dice algo bueno de otro

La gresca

Las polémicas son buenas para todos los implicados menos para el público, que se ve arrastrado a un conflicto que ni le va ni le viene. Pero para los famosos es una oportunidad de oro con la que reforzar o reinventar su imagen. Y para los medios es una ocasión perfecta de mencionar nombres sin contar historias. Sin embargo surgen trifulcas que invierten todo el sistema. Dan más historia que personaje y hablan más de nuestros tiempos que de dos famosos. Tal fue el caso, esta semana, de Ariana Grande, una diva del pop que quiere empezar a madurar, y Bette Midler, una actriz que quiere dejar de hacerlo.

Demasiada carne

Lo que trascendió no fue gran cosa. Midler, una Barbra Streisand de brocha gorda que lleva 50 años dominando escenarios de conciertos o telecomedias con gran aceptación entre el público estadounidense, acaba de sacar disco a los 68. Durante una entrevista con The Telegraph criticó el estado del pop actual por exceso de carne. “¡Es terrible! Ves a alguien con la voz dulce, candorosa, como Ariana Grande, y luego la ves reptar en un sofá”. Luego añadió: “No sé quién le está diciendo que lo haga. Ojalá pararan”. Y remató: “Confía en tu talento. No tienes por qué ser una zorra para triunfar. De verdad que no”.

Reconocimiento

No hay nada que objetar en ese mensaje, salvo el hecho de que Midler está llamando zorra a Ariana Grande-Butera, una cantante cuyos 21 años parecen todavía menos porque viene de varias temporadas de actuar para niños en series del canal Nickelodeon. Precisamente ahora, Grande intenta dejar atrás esa imagen de joven. Por eso esta oportunidad de llamar la atención le resultaba tan conveniente. Cuando todos los medios estaban mirándola para ver con qué insulto se defendía, ella tuiteó: “Bette siempre fue una feminista que defendía que las mujer hicieran lo que les placiera sin ser juzgadas (…) Sigo siendo una fan, pase lo que pase, amor”. Luego publicó una foto de Midler enseñando palmito en la legendaria Gypsy: “Solo amor”, reiteraba. Y, refiriéndose a la película más famosa de Midler, escribió: “Seguiré citando El club de las primeras esposas cada día de mi vida”. Ella aceptó la derrota: “Lo digo como una zorra reformada, tiene una voz preciosa”. Internet, claro, se volcó con Grande, legando al mundo esta conclusión sobre el presente: muy tóxico tiene que ser el tono de los diálogos hoy día para que una vieja diva busque titulares criticando a una ascendente. Tan tóxico que la que dijo algo bonito fue la que se llevó los titulares.