Día sin compras: 1 día sin consumo, 364 de consumo responsable

Por Luis Azorín, de Ecologistas en Acción

Lo bastante es suficiente. Con ese lema se organizó en septiembre de 1992 el primer Día sin Compras a partir de una iniciativa del artista canadiense Ted Dave para protestar contra los excesos consumistas. Frente a todas las invitaciones a adquirir cada vez más productos, Dave decidió ir en la dirección contraria, exhortando a no comprar absolutamente nada durante todo un día.

La idea fue recogida muy pronto por Adbuster, el colectivo de autores de la conocida como “revista de la ecología mental”. Se definen a sí mismos como red mundial de agitadores culturales, escritores, artistas, diseñadores, activistas, hackers, filósofos, bromistas, punks, poetas e indignados que creen firmemente que el ambiente mental es la lucha social de nuestro tiempo. Quieren lograr un cambio de opinión global del cual las fuerzas corporativas y consumistas nunca se recuperen del todo.

Con el impulso de Adbuster, el Día Sin Compras cruzó fronteras y comenzó a organizarse en otros muchos países. También cambió de fecha hacia finales de noviembre para hacerlo coincidir precisamente con una de las jornadas más consumistas en Norteamérica. El día después de Acción de Gracias, las cadenas comerciales lanzan el llamado Black Friday o viernes negro. Ofrecen grandes descuentos para lograr un día de muchas compras y dar el así el pistoletazo de salida a la oleada consumista de las compras navideñas. Mientras las grandes marcas publicitan sus ofertas de viernes negro en todos los medios, otros grupos y organizaciones emplean las redes sociales y el boca a boca para anunciar lo contrario.

Aprovechan la fecha señalada para celebrar el Día Sin Compras y criticar de esta manera un modelo de producción y consumo a la medida de las grandes empresas y de sus objetivos de maximización de beneficios, en el que la mayor parte de los productos se fabrican en lugares y por personas que no podrán disfrutar de ellos. Miles de kilómetros de injusticia social con grandes impactos medioambientales marcan el recorrido de la mercancía que termina al otro lado del mundo, en sociedades caracterizadas por el despilfarro, la homogeneización y la insatisfacción crónica, sociedades materialistas e infelices.

Este año el viernes negro es el 28 de noviembre y son varias las marcas y grandes superficies españolas que se han sumado a la iniciativa de las grandes ofertas y descuentos. El día de Acción de Gracias no es tradición por aquí, pero, en cambio, sí lo es el consumismo y las estrategias de marketing para fomentarlo.

La llamada al consumo masivo se asume como si prácticamente fuera un deber patriótico. No solo los anuncios publicitarios, sino también los mensajes institucionales que confían en el consumo para la reactivación económica. La receta mágica de salir de la crisis con los ingredientes que nos llevaron a ella, incidiendo en un modelo totalmente nocivo y olvidando de paso otras crisis, como la ambiental o la de los cuidados. Optar por crecer y comprar, como si el planeta no tuviera límite y el bienestar cupiera en una bolsa de centro comercial.

También aquí se organiza el Día Sin Compras desde hace años con diferentes actividades que invitan a reflexionar. Es una jornada para reivindicar que la salida de la crisis no vendrá por el aumento del consumo y para visibilizar alternativas posibles para reconducir el estilo de vida, el modelo de producción y de consumo, para transitar hacia la sostenibilidad del sistema. La decisión de no comprar es una manera de plantear un cambio de modelo, que no explote el planeta sino que esté en paz con él.

Un centenar de alumnas y alumnos de institutos de Madrid participarán en un cine foro organizado por Economistas Sin Fronteras y Ecologistas en Acción. Podrán ver un documental en el que un hombre decide meter todas sus pertenencias en un almacén durante un año. Y así reflexionarán sobre lo que es verdaderamente necesario, lo que realmente nos hace felices. Ese mismo documental se proyectará horas más tarde para el público general.

El Día Sin Compras también saldrá a la calle para hacer pensar a los transeúntes.

Fotografías: Ecologistas en Acción