El baloncesto está de luto

Estos días, por las redes sociales se hablaba del desastre que tuvo lugar en la pista de baloncesto del CB Benidorm. Alicia Fernández Romero, con tan solo 16 años, moría súbitamente por una parada cardíaca durante el partido. El único síntoma que tuvo fue un poco de mareo, motivo por el cual pidió el cambio y se fue al banquillo. Momentos más tarde caía desplomada al suelo y ya nada se pudo hacer.

Esta tragedia es un golpe muy fuerte para el deporte del país. Demuestra lo imprevisible que puede a llegar a ser nuestro cuerpo. Ante esto, los clubes y las distintas organizaciones tienen que equiparse obligatoriamente. Que este triste suceso sirva para concienciarnos de la extrema necesidad de dotar a los distintos establecimientos de Desfibriladores Externos Automáticos (DEA). Son aparatos fáciles de utilizar que pueden salvar vidas en situaciones que, como esta, requieren una actuación inmediata.— María Barbena Triola.