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Tuitología
Columna
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Ataques de introspección a la luz pública

Se habla poco de cuando las celebridades se desahogan en Internet. Quizá porque son diatribas y en sí carecen de interés

Tom C. Avendaño
El venerable exentrevistador televisivo Larry King.
El venerable exentrevistador televisivo Larry King. EFE

Una mente maravillosa

El martes bien entrada la noche, el venerable exentrevistador televisivo Larry King compartió esta grávida reflexión con sus dos millones de seguidores en Twitter: “No recuerdo la última vez que fui al zoo”. Siguieron seis minutos de silencio y, entonces, una tanda de duras preguntas: “¿Se lleva la franela?”. “¿Hay gente que aún juega a las damas chinas?”. “¿Cómo era Las Vegas antes del aire acondicionado?”. Tocaban ya las dos de la madrugada cuando el celebérrimo presentador animó su descenso a la profundidad con una serie de absolutos: “Nunca llevo camisas de manga corta”. “Odio a la gente que tiene dientes perfectos”. “Me cae mejor el pato Donald que Mickey Mouse”. “Los pilotos deberían hablar más durante los vuelos porque me relaja”. De ahí pasó a la pérdida. “Echo de menos mis comidas con Joe Biden”. Luego a las oportunidades desaprovechadas. “¿Por qué no guardé mi primer número de Batman?”. El vacío: “Nunca me he montado en un carro de heno”. Finalmente, a las tres de la mañana, el final: “Como diría Porky, eso es todo amigos”.

El origen de todo

Louis C. K., aclamado cómico y responsable de la aún más aclamada serie Louie, dejó de tuitear en agosto sin motivo aparente. El 2 de octubre se explicó: “Lo siento chicos, es que no se me ocurre nada que poner #losiento”. Eso cambió a los pocos días cuando Louis elaboró una teoría sobre el origen de la vida: “Parece que Marte era un aquí que se calentó globalmente por una cosa muy nuestra (sic)”, tuiteó de golpe. Y prosiguió: “No digo que lo pueda demostrar. Digo que es lo que parece. Que dejaron Marte y se fueron a una luna que apartaron de su órbita (sic) y trajeron hasta la órbita de la Tierra. Pero su luna se estrelló contra la pre-Tierra y todos murieron. Luego nosotros podremos usar nuestra propia luna y vamos a estar así saltando de luna en luna hasta que nos demos cuenta de que el sistema solar es en realidad una nave espacial. El sol es el motor”. Remató la exposición de la única forma lógica: “No estoy fumado”.

Vivan las diatribas

Se habla poco de cuando los famosos se desahogan en la Red. Quizá porque son diatribas y en sí carecen de interés. O porque las pifias de las celebridades han perdido prácticamente todo el interés. Pero es curioso ver cómo, en un mundo que cada vez controla, grita y promociona más, los ataques de introspección de arriba se ven como diatribas, fallos en el discurso de una celebridad, y no como lo que son: el uso que hace unos años se entendía como normal en Twitter.

Sobre la firma

Tom C. Avendaño
Subdirector de la revista ICON. Publica en EL PAÍS desde 2010, cuando escribió, además de en el diario, en EL PAÍS SEMANAL o El Viajero, antes de formar parte del equipo fundador de ICON. Trabajó tres años en la redacción de EL PAÍS Brasil y, al volver a España, se incorporó a la sección de Cultura como responsable del área de Televisión.

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