Madre y directiva
En estos días tristemente vuelve a estar de actualidad el tema de las dificultades de las mujeres para compatibilizar promoción profesional y maternidad, e incluso “trabajo”, sin más, y maternidad. Siento de nuevo, además de indignación, no solo como mujer sino como ciudadana de un Estado de Derecho, un pequeño atisbo de satisfacción. Esa satisfacción es por haber tenido la oportunidad, en las dos ocasiones en que he sido madre, de compatibilizarlo con un puesto directivo, eso sí, en la Administración. Es más, la primera vez fui elegida para el puesto estando ya embarazada, sabiéndolo quienes ostentaban la responsabilidad. El problema es que eso sea una excepción. Y más grave, que lo sea incluso en la Administración Pública, visto el caso del Ayuntamiento de Madrid, pues es la primera que debería dar ejemplo con actuaciones de igualdad real.
Yo no quiero que nos den nada por el hecho de ser mujer, ni siquiera me convencen las cuotas, pero no se puede tolerar que por serlo y tener una vida personal y familiar, se anule a alguien como profesional. Luego nos extrañamos de los problemas de natalidad.— Silvia Alonso.
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