Solo creo en las personas

Cada día surge un escándalo nuevo en nuestro país, escándalo que no entiende de partidos políticos, de ideologías ni de cargos. Nadie se salva. Lo último el caso de las tarjetas fantasmas de Bankia en “B”, donde están implicados personajes de todo el panorama político sin distinción. Desde los tres partidos políticos más importantes, patronal, sindicatos y un sinfín de directivos que para más INRI siguen formando parte de Bankia. Es indecente. Luego nos tocará de nuevo a los “curritos” volver a poner dinero de nuestro bolsillo para rescates, o que nos cobren 35 euros por un mantenimiento de tarjeta de crédito. Mientras otros se lo gastan en compras domésticas, ropa, viajes, vacaciones, y así, hasta los 15 millones de euros. Por eso creo en las personas, no en la política. Creo en un Estado de democracia donde la sanidad y la educación sea de calidad, y públicas. Donde las personas miren por el empleo y por esos más de 4,5 millones de parados. Donde la gente pueda tener una vivienda digna, pueda comer todos los meses. Donde los poderes públicos estén al servicio del pueblo, y los más ricos paguen más. Creo en la igualdad de género y en la “meritocracia”: donde medren en el trabajo los que mejor preparados estén y no los “familiares de”. Creo en un país donde haya futuro para los jóvenes, donde después de 40 años trabajando se tenga derecho a una pensión, y donde se invierta en I+D. Visto lo visto, y con las noticias actuales, parece que creo en las utopías.— Pablo Puente Bonilla.