El oro maldito de Perú
Esta entrada ha sido escrita porAinhoa del Amo (@ainhoadelamo), de @anesvad.
Foto: Promsex.
Existe un lugar en la hermosa Amazonía peruana conocida como la zona cero de la “fiebre del oro”. Este epicentro de la actividad minera ilegal se llama Madre Dios, un gran asentamiento humano a ambas orillas del río donde los toldos de color azul de las chabolas contrastan con la exuberancia del paisaje.
Perú ocupa el sexto puesto como exportador mundial de oro. Su riqueza natural no ha sido ajena a las miles de personas atraídas por el preciado metal. Buscando una vida mejor, este fenómeno ha provocado una gran ola migratoria desde diferentes regiones del país hasta Madre de Dios. Podríamos estar hablando de entre 30.000 y 60.000 personas dedicadas a la actividad minera ilegal, mientras que las fuentes gubernamentales hablan de que no hay más de 2.000 habitantes en la zona.
La comunidad científica lleva años alertando del daño irreparable que la minería está causando en Madre de Dios, destruyendo una de las mayores diversidades biológicas de nuestro planeta. Con la cumbre del Clima de Naciones Unidas aún en ciernes, podemos afirmar que la actividad minera ilegal de la zona está generando gravísimas pérdidas medioambientales; y una vida sin esperanza para muchos de sus habitantes.
Aunque pueda parecer una paradoja, Madre de Dios no está considerada como una región de alta pobreza y solo registra oficialmente un 1,8% de pobreza extrema. Pero la realidad es que las condiciones de vida que allí encontramos nos muestran lo contrario. Se sabe que son cientos las víctimas de la trata de personas con fines de explotación sexual y laboral, en su mayoría niños y niñas, y adolescentes. Pero el contexto, la ilegalidad del negocio y las amenazas de las mafias hacen que sea imposible obtener un dato real.
En el informe, “Elementos comparados del impacto de la trata de personas en la salud de víctimas adolescentes en el contexto de la minería ilegal de oro en Madre de Dios” respaldado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se señala que la economía ilegal y la extracción no formal de oro en la región han generado un escenario de condiciones precarias en donde la trata de personas para la explotación laboral (10%) y sexual (90%) son un fenómeno constante y sistemático. Un lugar donde la población vive en asentamientos insalubres a dos horas y media a pie de la carretera principal, sin policía y sin autoridad local alguna.
Esas condiciones, asociadas a un sistema sanitario incapaz de responder a las mínimas necesidades impacta directamente en la calidad de vida de sus habitantes que sufren daños crónicos y les atrapa en el círculo sin fin de la pobreza.
La trata de seres humanos está considerada como una de las más terribles violaciones de los Derechos Humanos. Personas reclutadas, trasladadas y vendidas dentro y fuera de sus fronteras con fines de explotación laboral o sexual. Es imposible cambiar el pasado de las víctimas, pero sí es posible cambiar su futuro y evitar que muchas otras personas caigan en las redes de trata de personas.
Para saber más sobre la trata de seres humanos en Madre de Dios: www.dinoalatrata.org
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