Palabras vanas
Hablar en favor del consumo racional, de la reutilización y el reciclaje, del control y la eficiencia del gasto público o de la ejemplaridad y ética de quienes desempeñan cargos políticos e institucionales, es algo que está de moda. Sin embargo, las palabras parecen quedar huecas y desnudas cuando, a continuación, se critica que, por ejemplo, haya personalidades que utilizan el mismo vestido en distintos actos públicos. ¡Cuánta confusión y postureo! Creo no equivocarme si digo que a la mayor parte de la población le preocupa bastante menos la indumentaria de los gobernantes que sus ideas, conductas y acciones, pues no es el glamur de los representantes lo que favorece el desarrollo social y aporta bienestar a los representados. En la política, lo valioso e interesante no se encuentra en el embalaje, sino en el contenido. Por otra parte, si el armario del dirigente está a rebosar y el del ciudadano se encuentra prácticamente vacío, el retrato robot de la sociedad arroja una imagen poco atractiva.— Alejandro Prieto Orviz.
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