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El acento
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Redes contra la soledad

Barcelona gana un concurso de Bloomberg Philanthropies con un proyecto destinado a evitar el aislamiento de los ancianos

Soledad Calés

Con la convicción de que “una idea puede cambiar la vida de miles de personas”, la fundación Bloomberg Philanthropies, creada por el empresario y exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg, convocó un concurso para financiar proyectos destinados a hacer la vida más agradable a la gente. La iniciativa, limitada primero a EE UU, tuvo tanto éxito que el magnate decidió ampliar el concurso a Europa. 155 ciudades respondieron a la llamada y al final ha sido Barcelona la que se ha llevado el premio: cinco millones de euros.

Es muy ingrato y duro vivir en medio de una multitud y sentirse solo. Aunque en principio la soledad y el aislamiento puede afectar a personas de cualquier edad, los estudios sociológicos indican que el problema afecta en mayor medida a los ancianos, y es especialmente agudo en las grandes ciudades. En Barcelona hay más de 300.000 personas mayores de 65 años. A ellos se dirige el proyecto elegido.

Se llama Vínculo BCN y su intención es crear redes sociales contra la soledad. Es, como exigía el concurso, una propuesta innovadora porque combina algo en apariencia poco compatible —edad avanzada y nuevas tecnologías— y es también fácilmente aplicable a otras ciudades.

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El proyecto consiste en ayudar a las personas mayores a crear redes de contactos en las que puedan sentirse integrados y atendidos mediante teléfonos inteligentes, tabletas y otras herramientas adaptadas a sus necesidades y habilidades. El objetivo es ambicioso: crear 20.000 redes de confianza que involucren a más de 100.000 personas.

Después de haber sujetado con mano firme las riendas de Nueva York, la metrópoli por excelencia, Bloomberg ha decidido dedicar parte de su inmensa fortuna, estimada en 22.000 millones de euros, a buscar formas de afrontar viejos y nuevos desafíos. Está convencido de que las urbes son grandes focos de problemas, pero también grandes laboratorios de innovación social. A ello destina, a sus 72 años, gran parte de su energía. Y así pasa a formar parte de esa lista de mecenas que, como Bill Gates o George Soros, son ya tan conocidos por su filantropía como por las actividades que les llevaron a situarse entre los más ricos del mundo.

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