Apple se refuerza tras el asalto a la privacidad de las famosas

La filtración de fotografías de un centenar de celebrities le está saliendo cara a Apple. Además de las críticas expresadas por las víctimas del ataque a través de sus abogados y en redes sociales, como el caso de Kirsten Dunst, se suma la pérdida de valor bursátil. Desde que estalló el escándalo la empresa vale 25.000 millones de dólares menos.

No solo el FBI está interesado en dar con los autores del asalto, también Apple que ha ofrecido su colaboración y se ha visto forzada a mejorar la seguridad. Tim Cook, consejero delegado, ha explicado al Wall Street Journal que añadirán una alerta de seguridad antes de que termine septiembre. Una declaración de emergencia, que evidencia la gravedad de la situación, sobre todo si se tiene en cuenta que el próximo martes presentan nueva hornada de aparatos.

El mecanismo avisará a todos los usuarios cuando alguien haya intentado hacerse con su contraseña del mismo modo que lo hicieron los atacantes. La intención de la firma es recuperar la confianza de los clientes, famosos o no.

Al mismo tiempo, la intención de Apple es adoptar la verificación en dos pasos, algo que Google, Yahoo o Microsoft ofrecen desde hace tiempo. Consiste en una segunda contraseña que tras poner la habitual se envía al móvil del dueño de la cuenta y es efectiva durante solo unos minutos.

Tras el escándalo se ha popularizado una herramienta, teóricamente para hacer copias de seguridad de la nube de cada uno, pero con capacidad para saltarse contraseña. Normalmente lo usan las fuerzas de seguridad, aunque el análisis de las imágenes de Kate Upton, apuntan a que se usó también para hacerse con una copia completa de su archivo.

El FBI ha indicado a la BBC que están involucrados en la investigación de este atentado contra la privacidad, asumen que el ataque ha sido ejecutado en grupo, de manera distribuida y que el golpe se organizó durante meses. Nat Kerris, portavoz de la agencia federal, no resta importancia al asunto: "Nos tomamos muy en serio la privacidad y estamos haciendo un esfuerzo para investigarlo".

Jennifer Lawrence es una de las artistas más afectadas. Su abogado ha explicado a TMZ que ella posee los derechos de las imágenes robadas, en alusión a web de contenido pornográfico que las ha publicado. La página web defiende que no se trata de selfies, por lo que los derechos pertenecerían a un tercer fotógrafo y le requieren a la actriz la prueba de contar con los derechos de sus propios desnudos.