Sobre la elección directa de alcaldes

Respecto a la intención del Gobierno de reformar la ley para permitir la elección directa de alcaldes, hay varios aspectos que causan como poco estupefacción. El primero es que estén abiertamente dispuestos a aprobar la reforma sin el consenso, no solo del PSOE, sino del resto de partidos. Creo que es inconcebible que una reforma que afecta de tal manera al funcionamiento de nuestro sistema democrático pueda ser aprobada con el voto favorable de un solo partido, por mucha mayoría absoluta que tenga. El segundo aspecto sorprendente es que la quieran aprobar con tan pocos meses de margen, dando la misma sensación de improvisación que tanto criticaban al anterior Ejecutivo. Improvisación interesada en este caso, lo cual es aún peor, pues evidencia el temor que sienten a perder una importante cuota de poder en las próximas municipales.

Pero lo más impactante de todo es que una medida que empeora claramente la calidad de nuestra democracia sea presentada a la ciudadanía como una iniciativa de “regeneración democrática”. A veces pienso que a nuestro actual Gobierno se le ha ido de las manos el gusto por buscar eufemismos.— José Ramón Fernández Cuenca.