Los planos turísticos
Aunque la implantación, extensión y uso de las nuevas tecnologías de la comunicación hace posible que la ciudadanía disponga de más autonomía y mayores posibilidades a la hora de acceder a la información, es de agradecer el servicio prestado y los recursos facilitados por las oficinas de turismo existentes a lo largo y ancho de nuestro país. A mi parecer, y sin despreciar las enormes opciones y ventajas ofrecidas por un teléfono móvil, una tableta o similar, para pasear y moverse por las calles y lugares de interés turístico de un pueblo o ciudad que no se conoce, el plano de papel tradicional continúa siendo un instrumento eficaz de consulta y orientación. Y además no hay que estar pendiente de la carga y duración de la batería.
Sin embargo, hay que decir que, lamentablemente, algunos de estos planos no aguantan más allá de dos o tres manipulaciones sin que se rompan por la zona de los pliegues existentes para reducir su tamaño, es decir, a los dos minutos de salir de la oficina están desvencijados. Muy bonitos, pero de escasa vida. Ya que es un gasto público, podrían esforzarse en que fuera algo más satisfactorio.— Alejandro Prieto Orviz.
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