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Blogs / Cultura
Del tirador a la ciudad
Coordinado por Anatxu Zabalbeascoa

Una biblioteca que ayuda a leer el pueblo

Anatxu Zabalbeascoa

FOTO: Jesús Granada

"Una casa viene al mundo cuando empiezan a habitarlla". Para explicar la reconversión de una vivienda de Jabugo, la casa factoría, en un centro social, que ayuda a ver y entender el pueblo desde otros recorridos y, por lo tanto, desde otros puntos de vista, los arquitectos de Bakpak citan un poema de César Vallejo:

 “Una casa viene al mundo, no cuando la acaban de edificar, sino cuando empiezan a habitarla. Una casa vive únicamente de hombres, como una tumba. De aquí esa irresistible semejanza que hay entre una casa y una tumba. Sólo que la casa se nutre de la vida del hombre, mientras que la tumba se nutre de la muerte del hombre. Por eso la primera está de pie, mientras que la segunda está tendida”

Hace cuatro años José de la Peña Gómez Millán, José María González Chamorro, Borja Navarro Ibáñez de Aldecoa, José A Pavón González y Myriam Rego Gómez pusieron a su estudio sevillano ese nombre, Bakpak, para comunicar que trataban de sumar experiencias (las mochilas de cada uno) para leer de una manera más compleja los marcos locales de cada proyecto. Así, entre concursos internacionales y pequeños proyectos locales hoy combinan trabajos de nueva planta, investigan otras soluciones -como una celosía de fibra de carbono pendiente de patente-, al tiempo que trabajan con restos de edificios, de pueblos y de tradiciones para inyectar otra vida a inmuebles deteriorados.

La reconversión de la antigua “casa correos” de Jabugo en un centro social es uno de esos últimos trabajos. La casa ha regresado al pueblo sin su antiguo corral y sin el huerto, pero con un doblado de barro excavado en el vacío que habla del pasado. El trabajo de Bakpak trató de recuperar tres “valores fundacionales”, cuentan: el zaguán, el corral y ese doblado. Así, los arquitectos entendieron el edificio como lugar de tránsito, como puerta, incluso como punto de encuentro para la unión de varias generaciones. Esa voluntad se tradujo en la construcción de estancias comunes y de espacios intermedios: un vestíbulo alargado con vistas al territorio. “Lejos quedan las casas del siglo XIX cuando la fachada ordenaba el interior. Hoy las fachadas vuelven a hablar de una arquitectura más sincera y menos superficial”, opinan. Están convencidos de que entrar en casa puede ser también acceder al espacio público que es un centro social. Y, con ese convencimiento, están leyendo también de otra manera el pueblo donde está esa nueva casa. 

Presupuesto, según arquitectos: 184 euros por metro cuadrado

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Comentarios

Señora Anatxu Zabalbeascoa, acabo de leer su reportaje de EPS "La Caja Negra de Ikea", donde se comenta que Ikea busca ser 100% sostenible antes del 2020 y hacerse transparente. Como campaña publicitaria no dudo que su reportaje sea positivo, pero si usted tiene dos o tres días libres me comprometo a acompañarla -no se lo digo por decir, me gustaría que aceptase- en un viaje por Rumanía, país donde vivo desde hace doce años y que posee más de 250.000 hectáreas de bosques vírgenes que con el apoyo (¿sobornos?) de los políticos rumanos compañías extranjeras como IKEA explotan sin piedad. Le acompañaría a conversar con los cientos de trabajadores que trabajan para IKEA por salarios ligeramente superiores al miserable salario mínimo rumano; le acompañaría asimismo a conversar con algunos de estos trabajadores que sufrieron accidentes laborales y a quienes IKEA dio de lado.

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