Los reyes de Holanda blindan la vida privada de su heredera
Guillermo y Máxima ganan un juicio al semanario 'Nieuwe Revu' que tendrá que pagar 1.000 euros por publicar dos fotos de la niña jugando al hockey
Vulnerar la privacidad de la princesa Amalia de Holanda, de diez años y heredera del trono, vale 1.000 euros. La cifra es simbólica, pero sus padres, los reyes Guillermo Alejandro y Máxima, han ganado así el derecho a preservar la imagen de su hija. La decisión ha sido tomada un tribunal de Ámsterdam, ante el que el Servicio de Información de la Casa Real interpuso una demanda contra el semanario sensacionalista Nieuwe Revu. Sus responsables publicaron el pasado abril, sin permiso paterno, dos fotos de la niña jugando al hockey. La idea, dijeron entonces, era demostrar el absurdo del código de conducta impuesto a la prensa gráfica por los monarcas. “No tiene cabida en una democracia moderna”, dijeron desde la publicación. Los jueces, sin embargo, sostienen que la menor “tiene derecho a su intimidad, que ha sido invadida”.
El fallo ha sido recibido con júbilo por Guillermo y Máxima, “que desean darle a sus hijas una infancia tranquila y feliz”. La cercanía mostrada por la pareja desde que accedieron al trono holandés, no ha variado los términos del código mediático pactado en 2005. En virtud del mismo, los fotógrafos son bienvenidos al principio de las vacaciones veraniegas e invernales, el primer día de colegio de las tres princesas (Amalia, Alexia y Ariane) y durante sus actos oficiales. El resto del año, las niñas deben pasar desapercibidas en su vida privada.
La decisión judicial impone a Nieuwe Revu que borre de su edición digital las fotos en litigio en el plazo de 48 horas. De no hacerlo, cada día de retraso le costará 2.500 euros. “Tratamos a las tres niñas por igual y así queremos que crezcan, como el resto de su generación”, ha dicho sus padres. Lo más parecido al código holandés es el acuerdo tácito de la prensa británica de no perseguir a los príncipes Guillermo y Enrique durante su infancia, tras la trágica muerte de su madre, la princesa Diana.
La norma holandesa no es de obligado cumplimiento, pero las publicaciones que la ignoren pueden verse privadas de las acreditaciones necesarias para cubrir la información de la Casa Real. También pueden ser demandadas, como ha sucedido ahora. Amalia es la primera princesa de Orange (equivalente a princesa de Asturias) de su linaje. Sus antecesoras, las reinas Guillermina, Juliana y Beatriz, fueron princesas reales. En 1983, se consideró discriminatorio que solo los varones pudieran ser príncipes de Orange, y la Constitución fue enmendada.
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