Wabi sabi: "Creemos en una moda mejor para un futuro mejor"
Por Isabel García, de Caras de la Información
Michele Cohen, creadora de la marca de moda sostenible Wabi sabi es una economista neoyorquina -nacida en la ciudad del pecado, Atlantic City- que un día decidió viajar a España, deseosa de conocer el país. Aterrizó en Sevilla e instantáneamente supo que había encontrado la ciudad donde instalarse. A orillas del Guadalquivir maceró su idea de crear su propia empresa. Tenía muy claro que su aventura debía orientarse hacia la economía sostenible, y aprovechando su experiencia en una empresa de moda, decidió orientarse a la moda limpia y sostenible.
Tras numerosas investigaciones y estudios nació Wabi sabi Ecofashion Concept, una marca que acerca al consumidor ropa orgánica, complementos naturales y regalos hechos a mano, fabricados de forma limpia, transparente y saludable. Galardonada con el segundo premio de los Source Awards organizados por The Ethical Fashion Forum, la propuesta se dirige a una mujer moderna que quiere estar guapa, sentirse bien y vestir una moda libre de esclavitud y de productos químicos y tóxicos.
La industria de la moda emplea productos químicos tóxicos y sustancias nocivas derivadas del petróleo para fabricar, teñir, y al hacer los acabados de las prendas y complementos que usamos a diario. No sólo podemos encontrar restos de estos productos nocivos en lo que compramos. También vemos cómo estos productos contaminan los alimentos que comemos y el agua que bebemos, generando un problema importante de salud pública.
¿Por qué te has inspirado en la filosofía wabi-sabi?Cuando estaba buscando el nombre de la empresa encontré el término y me gustó al instante porque definía perfectamente lo que tenía en la cabeza. Me atrajo este término estético japonés que habla de la sencillez, de la calidez de los objetos que vienen de la naturaleza, de las cosas bellas como algo vivo, que cambia y se adapta en el tiempo. Porque nuestras prendas están hechas para acompañar en el tiempo, para perdurar.
¿Dónde se fabrican las colecciones de Wabi sabi?Actualmente en muchos sitios: Europa, Asia, África y América. Intentamos que todos nuestros productos sean de producción local cuando es posible. Nuestra idea es trabajar con materiales de buena calidad y artesanos excelentes. En España estamos trabajando en una colección de bolsos en Ubrique, por ejemplo. Aquí hay artesanos estupendos y una materia prima increíble, pero también trabajamos con materiales autóctonos de otros sitios como el bambú, el algodón orgánico o la seda. Queremos nuestra moda sea de la mejor calidad y trabajar con los artesanos que sean respetuosos en todos los sentidos, porque esa es la base y filosofía de la marca.
¿Qué líneas tenéis?De momento solo ropa y complementos para mujer, no podemos hacer de todo. La moda femenina es un mercado más estable y además existe una necesidad real de moda sostenible. Cuando comencé la aventura de Wabi sabi no había muchas opciones, y todo lo que había de moda ética era muy parecido, fabricado con materiales muy primarios y algo toscos, una ropa que se asociaba al estilo hippy. Ahora ya hay mucha más variedad:ropa elaborada con nuevos materiales y bien diseñada, creaciones elegantes para una mujer trabajadora que cuida su estética y quiere verse guapa pero desea una moda saludable para ella y el planeta, una mujer que respeta los valores de un comercio justo, y valora la responsabilidad social de las empresas, que quiere mostrar no solamente una estética sino su propia experiencia de sentirse bien con lo que lleva.
¿En moda sostenible hay una búsqueda constante? Sí. En tejidos y en todo. Me paso la gran parte de mi día leyendo e informándome, investigando cosas nuevas. Yo no soy diseñadora de formación, soy economista y vengo del mundo de la empresa, por eso me dedico a coordinar todo el trabajo junto a los diseñadores que me ayudan a hacer la colecciones. Quizás mi cabeza lo mira todo desde un punto de vista de la empresa. Las cosas novedosas están ahí y me parecen estupendas, pero siempre hay que estudiar cómo trabajar con ellas y hay que ver hacia dónde van, antes de lanzarte. Estamos muy pendientes de qué se hace pero intentamos ser realistas y ver lo que es factible y lo que es posible para ser sostenibles económicamente.¿Cómo ves este sector emergente de la moda sostenible? Quizás España no es un país referente en esta corriente. ¿Cuál es la tendencia en Estados Unidos?En Europa están mucho más avanzados en todos los sentidos, de hecho cuando yo comencé a investigar estuve en Francia, en Alemania y en los países nórdicos y ellos son los líderes europeos. En Estados Unidos es un mercado muy potente que está creciendo a un ritmo importante y hay una cultura muy arraigada de la moda sostenible y la vida saludable. La comida saludable y ecológica está totalmente integrada y lo que viene ahora es la moda. De hecho en los últimos meses han surgido cuatro plataformas de moda sostenible que venden mucho. En España seguimos en la trayectoria de lo que hacemos en todo, me da mucha pena decirlo. Con todas las empresas con las que hablas dicen lo mismo, por eso en Wabi sabi nos estamos enfocando al mercado internacional. Sevilla funciona muy bien porque es una ciudad multicultural: hay un montón de gente de toda Europa que vive aquí, visitantes, aunque hay un ambiente muy tradicional pero también hay muchas influencias de gente de fuera, y nuestra marca es muy conocida.
¿Qué perspectivas hay? ¿Crees que en España aumentará el consumo de moda sostenible?Hace cuatro años era una apuesta arriesgada y hoy es una realidad. Muchas grandes marcas están apostando por líneas sostenibles y creo que el futuro irá por este camino porque no hay otra alternativa.
¿El consumidor será el encargado de premiar a las empresas que apuesten por prácticas limpias?Sí, tenemos el poder de elegir y de hablar con el monedero o la tarjeta. Al final las empresas harán lo que quieran sus clientes. Aunque todavía es necesario un cambio de mentalidad. Nadie está de acuerdo en pisotear los derechos de los trabajadores, pero cuando les dices que las empresas donde compran lo hacen no están dispuestos a castigarlos y dejar de comprar y esto es un contrasentido. No siempre coincide lo que decimos con cómo nos comportamos. La gente se queda impactada con sucesos como el de Rana Plaza pero eso no se traduce en cambios en sus hábitos de consumo, y eso es lo que debe cambiar.
Puedes adquirir ropa Wabi sabi en su propia web y en el portal Moves To Slow Fashion
Fotografías: Wabi sabi ecofashion concept
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